Una veintena de agricultores apuestan por recuperar el tradicional cultivo del azafrán

Las buenas expectativas de la campaña animan una producción que comienza a repuntar tras 30 años de declive

Los 'esbrinadores' se afanan en extraer el pistilo de la flor.
Una veintena de agricultores apuestan por recuperar el tradicional cultivo del azafrán
Antonio García/bykofoto

Sin prisas, pero sin pausa. El cultivo del azafrán va ganando paso a paso más adeptos. Este año se han incorporado catorce nuevos agricultores a la asociación que agrupa a la mayor parte de productores de la provincia, Azaji, una entidad que surgió hace una década con media docena de miembros y ahora ya cuenta con 25. La apuesta de los nuevos cultivadores, la mayoría de ellos profesionales jóvenes, por este producto se considera desde la asociación un signo inequívoco de que la recuperación de las plantaciones va por buen camino. 


Va a ser difícil que los campos del Jiloca lleguen a producir algún día los 36.000 kilos de azafrán que se facturaba en 1914 –más que la cebada–, pero hay una tendencia clara al alza. De hecho, tras estar prácticamente extinguido hace treinta años, se ha pasado en esta campaña, que acaba de comenzar, a disponer de algo más de 12 hectáreas, 6 más que en 2013. La concesión de ayudas que incentivan los nuevos cultivos ha sido, según el presidente de Azaji, José Antonio Esteban, el principal estímulo para que los jóvenes agricultores apuesten por el azafrán. "Hemos conseguido que, por fin, se haya podido disponer de una partida de 150.000 euros que nos concedió el Fondo de Inversiones de Teruel, Fite, en 2012", puntualizaba Esteban.


A los buenos augurios que planean sobre esta especia se suman las optimistas perspectivas para la cosecha de este año, que se prolongará hasta principios de noviembre. Los agricultores creen que la producción superará a la de 2013. Las lluvias de última hora y, sobre todo, las del mes de marzo, han sido decisivas para potenciar el crecimiento de esta planta, que ha tintado de malva las tierras más pobres de la comarca del Jiloca. Una estimación inicial permite aventurar que se podrán obtener unos 12 kilos por hectárea, frente a los 8, y en algunos casos 10, del año pasado.


José Antonio Esteban, que gestiona el grupo Azafranes de Teruel, una empresa que ha apostado por la transformación de este producto, sostiene que los nuevos agricultores han permitido, además, extender un cultivo, centralizado en el siglo pasado en la comarca del Jiloca, a otras áreas, como Vinaceite y Beceite, en el Matarraña. Pero, a su juicio, lo más importante es la posibilidad de regeneración que ofrece a este sector. Y asegura que el crecimiento de las plantaciones ha puesto de manifiesto que "con un pequeño impulso se puede recuperar un cultivo, que, además, es rentable". Lo demuestra Castilla-La Mancha, donde muchos agricultores, con 6 y 7 hectáreas cultivadas cada uno, tienen este recurso como único medio de vida. Jornadas divulgativas

En Monreal del Campo, que a mediados del siglo pasado fue uno de los principales focos productores de la provincia, la campaña del azafrán se sigue viviendo de forma especial. Desde el Ayuntamiento se organizan unas jornadas para difundir este producto entre los más jóvenes. Salidas al campo para recolectar la rosa del azafrán y, posteriormente, la participación en el desbrizne de la flor (esbrine en la localidad), forman parte del programa. 


En las casas de algunos agricultores de la localidad se aprecia estos días una actividad frenética frente a mesas repletas de rosas malva. José María Plumed, gerente de Azafranes Jiloca, está en plena faena de desbrizne con la ayuda de una docena de expertos ‘esbrinadores’. Con delicadeza, pero al mismo tiempo con presteza, separan los pistilos o estambres – frágiles hilillos rojos– de las flores. Plumed viajará la próxima semana al Salón del Gusto de Turín (Italia), para promocionar su azafrán. Según dice, los mercados italiano, belga y suizo valoran especialmente la especia roja del Jiloca, un producto en su modalidad ecológica todavía más apreciado en Alemania.