Alcañiz vive en la ermita de Pueyos su día grande

Ataviados con el traje regional, los vecinos de la ciudad subieron al paraje en procesión

Decenas de alcañizanos subieron a Pueyos en procesión.
Alcañiz vive en la ermita de Pueyos su día grande
Soledad Parés

La capital bajoaragonesa vivió ayer su día grande y celebró por todo lo alto la festividad de la Virgen de Pueyos. La actividad empezó a las ocho de la mañana con una concentración en la plaza de España en la que se repartieron pastas, barracha y agua. Con este tradicional tentempié, vecinos y visitantes emprendieron su camino hasta la ermita de Pueyos, un icono de la ciudad. 


La comparsa de gigantes y cabezudos, las reinas de las fiestas, las asociaciones alcañizanas, la Corporación Municipal y los peñistas acompañaron a los cientos de vecinos que, con devoción y en un ambiente festivo y amable, iniciaron la caminata. Una vez en el paraje, se celebró una eucaristía y se realizó la ofrenda de flores.


Después del acto religioso, las peñas y grupos de amigos utilizaron los merenderos para almorzar huevos fritos con beicon que sirvieron para reponer fuerzas y emprender el camino de vuelta. La jornada terminó con una visita a la residencia de ancianos del Santo Ángel y una lluvia de caramelos en la plaza de España.


Los niños también pasaron ayer un día inolvidable. Las actividades infantiles llenaron la tarde de color y música con espectáculos y castillos hinchables, además del ya tradicional concurso de coreografías, donde decenas de jóvenes interpretaron las canciones del momento. La tarde concluyó con toros de fuego, orquesta en la avenida Aragón y música y discomóvil en la Pista Roja. 


Hoy continuará la fiesta con la celebración del  Santo Ángel Custodio. El plato fuerte será la corrida de toros con los diestros Juan José Padilla, El Fandi e Imanol Sánchez, toreros de primer nivel nacional. Como novedad, a las doce de la noche habrá una suelta de farolillos en recuerdo a los alcañizanos ausentes. La Década Prodigiosa cerrará la jornada.