Las alfombras de Aguaviva homenajean a las autonomías

El manto, de un kilómetro, se elaboró con más de cuatro toneladas de serrín

La procesión pasa por encima de las alfombras multicolores y las desdibuja.
Las alfombras de Aguaviva homenajean a las autonomías
Laura Zamboraín

Centenares de vecinos y visitantes desfilaron ayer en procesión sobre una colorida alfombra elaborada a base de cuatro toneladas de serrín, tal y como manda la tradición en Aguaviva. El diseño ocupó ocho calles de la localidad del Bajo Aragón y alcanzó una extensión de aproximadamente un kilómetro. Cada año los dibujos se dedican a una temática específica. En esta ocasión, se han dedicado a las autonomías para conmemorar que su diseñador, Manuel Valencia, lleva 25 años dedicándose a esta tarea. 


Algo más de una hora fue lo que duró la procesión en la que los participantes siguieron al párroco y a la banda de música pisando las alfombras y despidiéndose un año más de la tradición. El numeroso público, asombrado por el resultado, disfrutó recorriendo las calles y fotografiando las imágenes. "Soy de Alcañiz pero llevo 25 años procurando visitar las alfombras. Me parecen preciosas", explicó Concha Martínez. 


Esta tradición, que se lleva a cabo en el municipio bajoaragonés cada 28 de agosto, rememora el santísimo Misterio de Aguaviva.  De esta manera, se recuerda que en el siglo XV se quemó la iglesia de la localidad y sólo se salvaron la hostia grande de la Custodia y tres pequeñas. Años más tarde comenzaron a celebrarse procesiones sobre alfombras de flores hasta que poco a poco fue desvaneciéndose la tradición. Hace más de dos décadas, el centro cultural del municipio promovió y retomó la tradición.