El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil se ha incautado de más de cuatro kilos de fósiles tras sorprender a un hombre que los ocultaba en su vehículo y que los había obtenido realizando una excavación paleontológica de la zona de Frías de Albarracín, en Teruel, sin autorización. 

Según ha informado el Instituto Armado en una nota de prensa, efectivos del SEPRONA sorprendieron el pasado día 21 de agosto, en el término municipal turolense de Frías de Albarracín, a un hombre mientras inspeccionaba el terreno en la zona conocida como el 'Puerto de las Banderas'. 

El detenido, vecino de la localidad alicantina de Alcoy, se encontraba levantando y mirando piedras, picando algunas de ellas, cuando fue sorprendido por una patrulla de la Benemérita. 

Al percatarse de la presencia de los agentes, el hombre ocultó rápidamente una piqueta en la mochila que portaba, que posteriormente fue inspeccionada por el SEPRONA y en la que hallaron dos piquetas, un destornillador y un cincel. 

Al practicar un registro superficial del vehículo del presunto autor de los hechos, se localizaron varias bolsas en las que había una importante cantidad de fósiles de diverso tamaño, algunos de ellos ya clasificados y separados. 

Así, los agentes formularon una denuncia por infringir la legislación referente al Patrimonio Cultural Aragonés, ya que el denunciado no contaba con ningún tipo de autorización para realizar la excavación, y se decomisaron los medios empleados para la recolección y los fósiles, que han sido puestos a disposición del Servicio Provincial de Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón. 

La Guardia Civil ha querido recordar en su comunicado que está prohibida la recogida de fósiles incumpliendo la obligación de comunicar el hallazgo de éstos, la entrega y depósito de los mismos, aunque no tuvieran trascendencia científica, algo que igualmente constituye una infracción grave.