La mina de arcillas de Olba y San Agustín no se explotará sin el consenso de la población

Los promotores de la actividad industrial mantuvieron recientemente una reunión con los alcaldes de la zona afectada.
El proyecto está pendiente de los permisos de investigación

La explotación de una mina de arcillas, situada entre los términos municipales de Olba y San Agustín, podría quedar en suspenso si continúa el rechazo generalizado a este proyecto de las poblaciones afectadas. Así lo manifestó la empresa interesada en su puesta en marcha, Ingeniería y Urbanismo del Mediterráneo, a los alcaldes de los dos pueblos en una reunión mantenida el pasado mes.


El proyecto se encuentra en una fase embrionaria, pendiente de obtener el permiso de investigación por parte del Departamento de Industria del Gobierno de Aragón para determinar la viabilidad de la mina. En el periodo de alegaciones ha recibido más de una treintena de recursos promovidos por colectivos sociales e instituciones públicas por considerar que la zona contiene importantes valores medioambientales.


Fuentes de la empresa señalaron ayer que la actividad minera quedaría descartada «si no hay consenso en los ayuntamientos», pero agregaron que se mantendría el proyecto de investigación en caso de que el Gobierno de Aragón conceda los permisos necesarios. Según explicaron estas mismas fuentes, las prospecciones, previstas en una área de unas 120 hectáreas de superficie, con los que se pretende averiguar la cantidad y calidad del mineral, no presentan afecciones en sí mismas. Puntualizaron que no entrañan «impacto medioambiental alguno por tratarse únicamente del acopio de pequeñas muestras de tierra en diferentes puntos». 


Los empresarios han expresado su voluntad de abandonar cualquier actividad industrial que genere la oposición frontal de las poblaciones del entorno. 


Los alcaldes de Olba y San Agustín, Federico Martín y José Fernández, respectivamente, mostraron un cierto alivio tras la reunión mantenida en San Agustín a iniciativa de los empresarios. Pero explicaron que se mantendrán vigilantes ante los próximos acontecimientos. Sostienen que si bien el proyecto de investigación no implica mayores afecciones medioambientales, su denegación evitaría la apertura de la mina.Reapertura minera

La explotación, que ya estuvo operativa en el siglo pasado pero se abandonó a causa de filtraciones producidas por un acuífero, se sitúa en el paraje denominado el Cabezo del Águila, y a menos de 500 metros de dos núcleos de población. Los barrios de Poviles y el Collado Royo –en ambos casos dedicados a turismo rural– sufrirían un gran impacto visual ante la cercanía de la explotación minera.


El alcalde de San Agustín señaló que en el transcurso de la reunión se puso de manifiesto que los empresarios castellonenses «desconocían que a poco metros de la mina había zonas habitadas». Añadió que se mostraron dispuestos a buscar otro enclave con menor afección ambiental. «Parece ser que la arcilla no es un bien escaso; estos recursos mineros no son exclusivos de ninguna zona, por lo que los empresarios no tendrían muchos problemas en localizar otra explotación viable», explicó José Fernández.


Por el contrario, este paraje natural está considerado uno de los mejor conservados de la provincia, según destacan los vecinos de la zona.


El alcalde de Olba señaló que la empresa tiene un plazo de tres años para ejecutar el proyecto de investigación.