Baños de espuma y concursos de guiñote, frontón y futbolín en las fiestas de Guadalaviar

Con una clara apuesta por las grandes verbenas, los guadalaviaros se embarcan en seis días festivos con los que honran a su patrón: Santiago Apóstol. Aunque los vecinos ya comenzaron la fiesta el jueves con el volteo general de campanas de la víspera, ayer tuvo lugar uno de los días más tradicionales de los festejos. La jornada comenzó con una misa solemne y una procesión, para continuar con campeonatos de guiñote, frontón y futbolín; y un baño de espuma para los más pequeños en la pista de las escuelas. 

Hoy, las celebraciones continúan con el día de Santa Ana, que contará con el pasacalles de los Alarifes de San Martín, con una comida popular o con concursos de disfraces, de tiro de soga o de calva. Este último juego, que se recuperó en la localidad hace unos años, consiste en apuntar con una piedra a unas botellas colocadas sobre un muro y a cierta distancia para tratar de eliminar el mayor número posible de envases. 

Uno de los días más esperados por vecinos y visitantes es el próximo lunes, cuando tiene lugar el tradicional encierro a caballo en la plaza de toros. Sobre las 7.30, los guadalaviaros recorren el pueblo con la petición de la torta y el baño en el pilón. Después, se dirigen en romería al paraje de El Soguero para esperar a los toros bravos, que serán conducidos hasta la plaza por los rejoneadores. Después, se lidiarán dos novillos de la ganadería de Juan Vicente Mora en el ruedo del municipio. Este ganado será utilizado a su vez para la merienda de hermandad del martes. 

Las fiestas están organizadas por el Ayuntamiento y por una comisión que trabaja día y noche para que las numerosas actividades programadas se desarrollen correctamente. «Es algo totalmente voluntario, la gente va entrando o saliendo según van pasando los años», comentó Daniel Traver, miembro de esta comisión. Este año, el grupo lo conforman entre 10 y 12 personas.