«Toros, vaquillas y charangas, así como la devoción a los tres santos, es lo que definen las fiestas». Con esta contundencia, la alcaldesa de Linares de Mora, Yolanda Sevilla, puso de manifiesto la tradición taurina que existe en la localidad, que dio ayer inicio a cinco días plagados de actividad. 

El típico volteo de campanas presidió el comienzo de los festejos. Ya por la tarde, los niños disfrutaron con la animación infantil y la chocolatada y jóvenes y mayores con el pasacalles con el que la banda recorrió el municipio. Por la noche, el toro embolado y la macro disco móvil pusieron la guinda al primer día de festejos. 

Hoy, los linarenses honrarán a Santiago Apóstol con una misa y una procesión. Además, se bailará la tradicional jota de Santa Ana en la plaza, que se rescató hace unos 13 años. «Su recuperación dio lugar al nacimiento de nuestro grupo de jota», comentó Sevilla. Una de las peculiaridades de estas fiestas se da el domingo, día de San Cristóbal. Tradicionalmente, una comisión de hombres, los Chóferes, se encargaban de organizar los actos. Desde hace 26 años, lo hacen en colaboración con la peña Las Rebotadas, un grupo de mujeres que creó una comisión alternativa para reivindicar su derecho a participar como conductoras y defender el papel de la mujer en el medio rural.