Las termitas obligan a desalojar a tres ancianos de dos pisos del casco antiguo

Los insectos han dañado las vigas de madera de los forjados y causan desprendimientos

La finca dañada por una plaga de termitas ocupa el número 9 de la calle San Francisco
La finca dañada por una plaga de termitas ocupa el número 9 de la calle San Francisco

Una plaga de termitas ha obligado a desalojar a tres ancianos que vivían en dos pisos de un edificio de la calle San Francisco, en el Centro Histórico de Teruel. El inmueble, construido en 1900, presenta daños estructurales en los forjados y pilares debido a la afección causada por los insectos en la madera. Dos mujeres de avanzada edad que vivían en la planta baja se han trasladado al hotel-residencia del Seminario, mientras que el tercer evacuado, un hombre también mayor, se ha marchado a vivir con su familia.

El ataque de los insectos xilófagos fue detectado hace dos meses cuando los propietarios de un piso de la planta baja se disponían a reparar una zona del suelo que presentaba algunas baldosas rotas e inestables. Cundo los albañiles se disponían a efectuar la reparación, comprobaron que el forjado que está debajo presentaba un estado precario. Una inspección técnica confirmó que una colonia de termitas estaba devorando las vigas de madera. El piso situado inmediatamente debajo, en el primer sótano, está también muy afectado por el problema y ha sufrido desprendimientos.

El concejal delegado de Urbanismo, Jesús Fuertes, explicó que la inspección realizada por la Gerencia de Urbanismo ha confirmado que los destrozos se deben a la acción de las termitas. Explicó que el Ayuntamiento comunicará de inmediato a los propietarios la necesidad de acometer obras de "emergencia" consistentes en sustituir los forjados en la zona de la cocina y la despensa y reforzar elementos estructurales y muros de carga.


La Gerencia considera necesario también retirar los materiales inestables que puedan desprenderse y aplicar un tratamiento contra los insectos xilófagos –devoradores de madera–. Las termitas son unos pequeños insectos que se alimentan de celulosa y que pueden causar graves destrozos en las estructuras de edificios antiguos. Los termiteros, situados bajo tierra, son prácticamente inalcanzables.


Si los dueños de la finca no actúan en cinco días, el Consistorio intervendría con carácter subsidiario y pasaría el recibo a la propiedad. Fuertes aclaró que, aunque con motivo de la proliferación de las termitas se han producido algunos desprendimientos en los pisos, no existe riesgo de derrumbamiento. El concejal, que no recordaba ningún precedente de ataque de xilófagos en la ciudad, añadió que la inspección realizada en la zona no ha detectado daños en las fincas colindantes.


Dos de los tres desalojados son una mujer de 67 años con un elevado grado de dependencia y su cuidadora, también una persona mayor. Uno de los dos pisos más perjudicados por la plaga es propiedad de la anciana dependiente, cuya tutela legal corresponde al Obispado de Teruel. El ecónomo –administrador– de la Diócesis, Francisco Domingo, explicó que está a la espera de conocer el informe de la Gerencia de Urbanismo para actuar de acuerdo con la comunidad de propietarios.

Domingo relató que, tras detectar los daños en el forjado del suelo al reparar unas baldosas, se hicieron catas en el techo del mismo piso y se constató que también allí "las vigas casi habían desaparecido" devoradas por las termitas. Debido a la gravedad de los destrozos y a que las dos mujeres "corrían peligro", el Obispado las reubicó en el Seminario. El único ocupante de la planta inferior también dejó la casa.


Francisco Domingo señaló que, ante la necesidad de actuar con urgencia, se procedió a reforzar un pilar del sótano y a colocar unas vigas metálicas para evitar que los daños fueran irreparables. El Obispado ha encargado también un informe técnico sobre la situación estructural del edificio.