Estudian reclamar por la tardanza en asistir a un herido en una pelea

La familia del joven, detenido tras la reyerta, afirma que policías y personal sanitario confundieron con embriaguez las lesiones cerebrales.

El herido, que convalece en el Obispo Polanco, junto a su hermana.
Estudian reclamar por la tardanza en asistir a un herido en una pelea

La familia de Marco Antonio Ramírez –el joven colombiano de 23 años que la madrugada del pasado día de Navidad fue agredido en el barrio de San Julián de Teruel por varias personas– estudia depurar responsabilidades por el trato que este recibió en las horas siguientes al suceso tanto en las dependencias policiales como en los servicios sanitarios.


Su hermanastra, Kelly Cerquera, relató este miércoles que Marco Antonio fue inicialmente detenido y conducido al calabozo bajo la creencia de que había participado en la reyerta, pero a última hora de la tarde del día de Navidad tuvo que ser trasladado urgentemente al hospital Miguel Servet de Zaragoza al perder la consciencia por las graves lesiones cerebrales que sufría fruto de los golpes con botellas y patadas que había recibido en la cabeza de varios jóvenes.


El abogado al que le ha sido encomendado el caso, Juan Manuel Fernández, señaló que no fue hasta 12 horas después de la agresión cuando el joven recibió la asistencia médica correcta. En medio de este plazo de tiempo, Ramírez fue sacado del calabozo y conducido a un centro sanitario, pero nuevamente fue devuelto a la Comisaría al no verle síntomas de enfermedad, añade Fernández. La familia cree que policías y técnicos sanitarios confundieron las lesiones internas del joven "con una embriaguez que no existía".

Declaraciones

El abogado decidirá si presenta una demanda cuando conozca el contenido de las declaraciones de agentes policiales y personal sanitario que él mismo ha solicitado a través del juzgado. Fernández dijo que Ramírez fue víctima de una agresión "xenófoba" de la que "no pudo defenderse".


Desde el Salud respetaron "el derecho de cualquier ciudadano a reclamar", pero afirmaron que el centro sanitario cumplió "a la perfección" el protocolo de atención a un herido. "Los médicos saben discernir unos síntomas de otros", aseguraron. Por su parte, la Subdelegación del Gobierno declinó hacer declaraciones por estar el caso "en manos del juez".