El antiguo colegio religioso de Valderrobres que abrieron hace casi un siglo las Hermanas de la Caridad tendrá pronto nuevos usos. El edificio, de cinco plantas, albergará una biblioteca, un aula para adultos y un albergue destinado a grupos de estudiantes que viajen hasta la localidad del Matarraña para conocer el arte de esta comarca.

Este es, al menos, el objetivo de la Fundación Valderrobres Patrimonial, a la que la Comunidad religiosa ha cedido todos sus bienes inmuebles en el municipio al marcharse de él, hace escasos días, las cuatro hermanas que seguían trabajando en la población.

El edificio, que había dejado de servir como escuela desde hacía tiempo, pero que seguía siendo el hogar de las religiosas de la Caridad, dispone en total de 1.500 metros cuadrados de superficie. Cuenta con un gran salón de actos y una capilla en la que a diario se celebra misa.

“Cuando las hermanas nos dijeron que nos cedían el colegio, decidimos que el edificio tendría que ser para el pueblo”, explicó Manuel Siurana, portavoz de la Fundación Valderrobres Patrimonial. En la planta baja estará la biblioteca municipal y en el piso superior la escuela de adultos, en la que se imparten, entre otros, cursos de alfabetización e informática. En las dos plantas superiores se acondicionará el albergue, que estará ligado a otro proyecto ya en marcha e impulsado por la misma asociación: la construcción de un museo del arte del Matarraña.

Inversión

La fundación prevé iniciar las obras de la biblioteca antes de que acabe el año mientras que el arranque del albergue quedaría para 2014 o 2015. En total, incluyendo la creación del museo, la institución, que cuenta con el respaldo del Ayuntamiento, planea invertir entre 700.000 y 800.000 euros. La financiación será asumida por la fundación, que cuenta como principal fuente de ingresos la gestión de las visitas turísticas al castillo de la localidad. “No obstante, buscaremos subvenciones”, aclaró Siurana.

El patrimonio cedido por las hermanas a la fundación incluye un solar urbano muy céntrico que ahora está alquilado al Ayuntamiento y que este utiliza como zona de aparcamiento. A largo plazo, la idea de la asociación es levantar allí un centro cívico y cultural, con un auditorio. Valderrobres Patrimonial también ha recibido fincas agrícolas.

Los vecinos y autoridades de Valderrobres despidieron a las hermanas de la Caridad el pasado día 24 con un sentido homenaje en la iglesia parroquial en el que no faltaron discursos de agradecimiento y actuaciones folclóricas. La comunidad religiosa se instaló en la localidad del Matarraña en 1923 y desde entonces no ha dejado de trabajar en el municipio. En 1943, una vecina, Asunción Tomás Foz, les legó al morir varias propiedades para que pudieran realizar su apostolado. “Las hermanas han tenido una generosidad inmensa con el pueblo de Valderrobres”, subrayó Siurana.