Educación

Un pueblo de Teruel busca familias con niños para mantener el colegio

Noguera de Albarracín se une a las iniciativas llevadas a cabo por otras localidades de la provincia, como Orrios o Lledó, para evitar el cierre de sus escuelas e intentar fijar población.

La llegada de dos familias a Lledó permitió mantener el colegio
Un pueblo de Teruel busca familias con niños para mantener el colegio
LA COMARCA

Noguera de Albarracín, un pueblo de unos 150 habitantes situado al suroeste de la provincia de Teruel, busca familias con hijos en edad escolar para poder mantener el colegio, cuya continuidad se ve amenazado por la falta de alumnos. El curso que viene tendrán cinco o seis estudiantes, una cifra muy ajustada al límite establecido por la consejería de Educación del Gobierno de Aragón, que se ha comprometido a mantener las aulas rurales con al menos seis niños y estudiar, uno por uno, el resto de los casos. “Hasta ahora se han mantenido con cinco estudiantes, y ahora estaríamos en el límite, así que la intención es que llegue alguno más para poder garantizar la continuidad a medio plazo”, asegura el alcalde de la localidad, Miguel Ángel Cuadrado.


Esta iniciativa no es nueva, pues varias localidades de la provincia ya han recurrido a esta estrategia para evitar el cierre de sus escuelas y fijar población. El año pasado, Lledó ya logró evitar la clausura gracias a la llegada de dos familias, a las que ofrecieron un puesto de trabajo en una empresa de la comarca (Matarraña). “No nos quedaba otra opción para mantenerlo abierto, algo que considerábamos imprescindible. En un pueblo que se queda sin colegio parece que falta algo y es mucho más difícil lograr que se establezcan familias o personas jóvenes”, asegura María José Vallés, alcaldesa de este municipio de 180 habitantes.


También lo intentaron en Palomar de Arroyos, aunque su esfuerzo no fue suficiente para mantener abierto el colegio y, finalmente, fue clausurado este pasado curso, junto a los de otros cuatro pueblos: Libros, Loscos, Sodeto y Castigaleu. Según confirmaba hace pocas semanas el presidente de la comarca de la Comunidad de Teruel, otras dos localidades de la zona, Pancrudo y Orrios, estaban en riesgo de perder sus escuelas. “En el primer caso, la llegada de una familia con tres hijos permitirá que el aula siga abierta el próximo año”, explicaba.


Solo en los últimos cuatro años,14 aulas rurales han cerrado, mientras que durante el recién finalizado curso 266 se han mantenido con menos de 10 alumnos y, 12 de ellas, con menos de cinco, según los últimos datos aportados por la consejera, Dolores Serrat, en una sesión de las Cortes. En total, en Aragón hay 74 Colegios Rurales Agrupados (CRA) que agrupan a 837 aulas y atienden a 9.654 alumnos, tanto de Infantil como de Primaria y Secundaria.


Piso asequible para atraer familias


Aunque en Noguera de Albarracín todavía no pueden ofrecer un empleo fijo, sí proporcionarían a las familias interesadas un piso municipal a un precio muy asequible. “No podemos asegurar un trabajo, aunque por la comarca puedan salir ofertas puntuales. La mejor opción sería que llegase gente con un proyecto que pudiera desarrollar aquí”, explica el alcalde del municipio. De momento, varias familias ya se han interesado y algunas incluso se han desplazado hasta allí para conocer el pueblo.


Aunque Cuadrado admite la importancia de mantener abierta la escuela, no está de acuerdo en que la pérdida de este servicio sea el signo definitivo de la decadencia del mundo rural, sino el efecto de una serie de factores económicos y sociales que se producen desde hace décadas: “El medio rural está en esta situación porque no hay actividad económica ni inversiones, y eso ha llevado a que ahora casi no queden familias jóvenes y niños. Los pueblos no pierden vida porque se cierre la escuela; esto último es consecuencia de lo anterior”.