Colegios

Los municipios de menos de 300 habitantes piden mantener la escuela

Las asociaciones de padres muestran su preocupación a la directora de Educación por el aumento de las ratios de alumnos.

Teruel. Las asociaciones de padres y madres de los pueblos de menos de 300 habitantes han mostrado su preocupación por el aumento de las ratios de alumnos establecido por el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón para mantener abiertos los colegios rurales. Constituidas en una plataforma, una delegación de veinte representantes de la misma se reunieron ayer con la directora provincial a la que pidieron que se contemplen medidas excepcionales para evitar el desmantelamiento de las escuelas.


Belén Magallón, de la Asociación de Padres de Los Olmos, manifestó que la Plataforma transmitió a la directora de Educación «la incertidumbre que genera entre la población del mundo rural el cambio de las ratios, así como las posibilidades de futuro que les aguarda a los pueblos más pequeños». Para Magallón, elevar las ratios a 6 alumnos como cifra mínima para mantener las aulas abiertas supone un serio peligro para la supervivencia de los municipios de la provincia, la mayoría de cuyos censos no sobrepasan los 300 habitantes. Según agregó, «parece incoherente que se pretenda, por un lado, potenciar el turismo de calidad en la provincia, y por otro, desmantelar los servicios de las localidades».


La Plataforma rechazó, asimismo, los continuos cambios «que se promueven desde los despachos» en materia educativa y que interfieren, a su juicio, en el modo de vida de la zona rural. Lamenta que el aumento de las ratios obligue a niños de tres y cuatro años «a ponerse en carretera cuatro veces al día, hacia pueblos donde no hay comedor».


La modificación en los requisitos del número de alumnos imprescindibles para cada aula supondrá de entrada el cierre de los colegios de Crivillén, Orrios y Mezquita de Jarque para el próximo curso escolar y peligra La Cañada de Verich. No obstante, las cifras no están cerradas, ya que muchos ayuntamientos cuyos pueblos se encuentran en el límite están estudiando como último recurso la posibilidad de atraer hacia sus localidades familias con niños para aumentar el número de matrículas.


En la reunión de ayer también se abordó la medida que a partir de 2014 obligará a los alumnos de primero y segundo de la ESO a estudiar en los institutos, mientras que en la actualidad se permite en casos especiales impartir clases para estos niveles en los centros rurales agrupados, CRAS. El presidente de la Asociación de Padres y alcalde de Argente, Antonio Gimeno, consideró «fundamental» que se mantenga esta característica específica de ciertas áreas remotas. Manifestó que los alumnos de la ESO suponen en muchos centros «cerca del 30% del alumnado, por lo que si se los traslada, acabarían cerrando las unidades escolares de las zonas rurales». Los miembros de la Plataforma vieron «sensibilidad» desde la Dirección Provincial por la preocupación mostrada por los padres y madres.


Desde el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón señalaron que se estudiará caso por caso las ratios de alumno por aula establecidas en cada colegio. Y agregaron que se contemplan excepciones en aquellos pueblos con especiales condiciones climáticas, orográficas o donde la distancia a las localidades de referencia sea excesiva. Explicaron que mientras tanto, se negocia con los ayuntamientos la posibilidad de incrementar el número de matrículas. La consejera de Educación, Dolores Serrat, mantendrá un encuentro con los padres en cuanto su agenda lo permita.