La carretera nacional N-211 registra retenciones, a la altura de la localidad turolense de Calanda, de unos diez kilómetros, aunque se puede transitar con precaución, según la página web de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Sin embargo son las carreteras de Cataluña las que registran pasado el mediodía importantes retenciones, especialmente en tramos de la autopista AP-7, mientras que en el resto de la red viaria la circulación es escasa, con algunas incidencias por niebla o lluvia.

Este jueves fue día laborable en Cataluña y la Comunidad Valenciana y, por tanto, la mayor afluencia de vehículos en las salidas de las grandes ciudades de esas dos comunidades se esperaba para la tarde del Jueves Santo y la mañana de este Viernes Santo.

Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), pasado el mediodía las principales retenciones se registraban en la AP-7 en Mancanet de la Selva (Gerona) y en esta misma vía, pero en la provincia de Barcelona, a la altura de La Roca del Vallés, Castellgalí y Martorell.

Además, la AP-7 sufría entre 7 y 8 kilómetros de atascos a su paso por la localidad barcelonesa de Sant Sadurní d'Anoia.

En la provincia de Tarragona, las mayores complicaciones afectaban también a esa misma autopista en Altafulla.

Otras carreteras catalanas con problemas en la circulación eran a esa hora la N-340 en El Vendrell (Tarragona), la N-145 en Les Valls de Valira (Lérida) en sentido Andorra y la N-260 en La Seu d'Urgell, en esa misma provincia.

En Valencia, la única carretera con dificultades era la V-21 en Albuixech, mientras que en Teruel las procesiones ocasionaban atascos en diez kilómetros de la N-211 en Calanda.

Por último, la entrada al Parque de la Naturaleza de Cabárceno por la CA-142 en ambos sentidos era la vía más problemática en Cantabria.