Teruel

Fertinagro amplia la plantilla para subir la producción de fosfato bicálcico

Esta empresa es el primer fabricante nacional de este producto que se utiliza como materia prima para el aporte de fósforo en la fabricación de piensos y correctores de producción animal. Está afincada en Utrillas.

Fertinagro, primer fabricante nacional de Fosfato Bicálcico y afincado en Utrillas (Teruel), ampliará próximamente su capacidad de producción, con un incremento de la plantilla actual para hacer frente al aumento de la demanda en el mercado de fosfatos para alimentación animal.


El grupo Térvalis, al que pertenece Fertinagro, también va a poner en marcha una nueva unidad fabril de producción de Fosfato Bicálcico en las instalaciones que la compañía tiene en el Polo Químico de Huelva, en las que, además, fabricará Sulfato de Hierro Monohidratado (FEED), también destinado al consumo animal.


Con estas actuaciones, el Grupo Térvalis pretende paliar el desabastecimiento que se está generando en España tras el cierre en los últimos años de empresas como Rodhia y Foret o la reestructuración de las unidades de Ercros recientemente anunciada, que se dedicaban a la fabricación de este tipo de nutrientes.


Según informa la compañía en una nota de prensa, Térvalis es la única empresa española que produce fosfatos alimentarios que no fue sancionada por la Comisión Europea, tras conocer Bruselas que "un grupo de empresas químicas participó durante más de treinta años en un acuerdo ilegal para pactar los precios y repartirse el mercado de los fosfatos para alimentación animal".


El Fosfato Bicálcico se utiliza como materia prima para el aporte de fósforo en la fabricación de piensos y correctores de producción animal, con lo que se cubren las necesidades de los animales de alta producción, mejorando así los rendimientos en crecimiento, fertilidad e índices de conversión.


El Fosfato Bicálcico que produce Fertinagro es el primer producto de este tipo en España que se obtiene a partir de la tecnología 'Phosporic Feed-Grade (PFG)', basada en la reacción directa del ácido fosfórico junto con el carbonato cálcico, materias primas de gran calidad y aptas para la fabricación de productos de alimentación animal.


Con ello, explican las fuentes, se consigue un gran producto en cuanto a riqueza y, sobre todo, en cuanto a biodisponibilidad del fósforo, al tiempo que mantiene unos niveles mínimos de impurezas de metales pesados (siempre por debajo de los límites que establece la normativa vigente) y un muy bajo contenido en cloruros debido a la ausencia total en el proceso productivo de Ácido Clorhídrico.