Los trabajadores del Parador de Alcañiz cifran en 12.000 euros las pérdidas tras las anulaciones de las reservas por el cierre provisional de este establecimiento al que obliga el ERE de la dirección nacional de la red. 

Esta cifra hace referencia solo a las estancias de clientes que ya habían reservado para los 40 días en los que se cierra el Parador, y no incluyen los gastos de comidas que podían haberse producido, según ha explicado el delegado sindical por CCOO en el Parador de Alcañiz, Luis Celma.

Según Celma, esta cuantía es el cálculo por las pérdidas estimadas por las anulaciones de los dos primeros días, a las que habría que sumar las peticiones para estancias en febrero, ya que aunque se han intentado mover a otras fechas "otras se perderán".

Las instalaciones del alojamiento de la capital bajoaragonesa están cerradas al público desde este domingo cuando despidieron a los últimos clientes, aunque durante estos 40 días continuarán trabajando algunos empleados en tareas de mantenimiento y pequeñas obras, administración y vigilancia.

Celma aclara también que el servicio de recepción estará cubierto para poder atender las reservas para alojamientos o celebración de eventos que puedan realizarse a partir del 2 de marzo cuando el Parador volverá a abrir sus puertas al público.

"Aceptamos resignados el cierre pero nos da mucha pena porque no entendemos este cierre en un Parador que daba beneficios", resalta el representante de los trabajadores, quien espera ahora a conocer cómo afectarán las tres reducciones de jornada en el centro a las que obliga el ERE.

El Parador de Teruel también se verá afectado por la reducción de jornada de cinco trabajadores, además de tres despidos.

La concreción de estas cifras saldrá de la reunión que celebran hoy los representantes sindicales y la dirección nacional para tratar los más de 350 despidos y las reducciones de jornada en todos los paradores afectados por el ERE.

En declaraciones, el delegado de personal de CCOO en el Parador de Teruel, José María Villarejo, ha dicho que confía en que las cinco bajas voluntarias presentadas por trabajadores del Parador de Teruel sean suficientes para cumplir con los despidos pactados en el acuerdo.