Encierro minero en Ariño

De la mina de Ariño a Madrid

El minero encerrado en Ariño se muestra optimista con respecto al futuro, mientras repone fuerzas junto a los suyos antes de partir hacia la manifestación que se celebrará este miércoles en Madrid.

Salida del encierro minero en Ariño
Carlos Luna: "Los días se hacían muy largos, sin referencia de nada"
JORGE ESCUDERO

Carlos Luna, uno de los seis mineros que han puesto fin, este martes, a su encierro en una mina de Ariño (Teruel), se muestra optimista con respecto al futuro, mientras repone fuerzas junto a los suyos antes de partir hacia la manifestación que se celebra este miércoles en Madrid.


Tras casi un mes de encierro en la mina Sierra de Arcos junto a otros cinco compañeros en protesta por la supresión de las ayudas al carbón, Luna ha dicho a Efe que se encuentra "algo desubicado" en este día de "besos, abrazos y lloros" junto a su familia -está casado y tiene dos hijas-, con la que comparte anécdotas y experiencias.


Para este minero aragonés, estos días de encierro han sido "una mezcla de todo" y ha agradecido a sus compañeros de movilización porque "la convivencia ha sido muy buena".


"Los días se hacían muy largos, sin referencia de nada", ha agregado Luna, quien ha reconocido que se llevó un reloj a la mina para por lo menos no perder la noción del tiempo.


Sin embargo, lo más duro ha sido estar separado de su mujer y sus dos hijas, aunque reconoce que ha aguantado abajo gracias a las llamadas telefónicas, "si no yo me muero", ha afirmado el minero.


No obstante, ha sido una experiencia gratificante, sobre todo cuando ha visto todas las movilizaciones que han estado organizando sus compañeros de profesión, todos ellos ahora llegando a la capital del país en la "marcha negra", ha manifestado.


La idea del encierro en la mina surgió al margen de los sindicatos durante una marcha minera a Zaragoza, en la que se juntaron 10-12 hombres para decidir qué acciones llevar a cabo si no se les ofrecía una solución, aunque finalmente solo entraron seis, ya que el resto no pudieron bajar por motivos personales.


En principio iban a permanecer encerrados hasta que se encontrara una solución, pero este martes representantes sindicales bajaron para intentar convencerles de que salieran y se unieran a la manifestación de este miércoles en Madrid.


"La gente dice que ya está bien: mi mujer, el alcalde, los sindicatos...", ha esgrimido Luna para explicar ese cambio de decisión, que fue tomado unánimemente por los seis mineros encerrados.


Además, ha señalado que otra razón para abandonar el encierro era que "no querían protagonismo", aunque sus propios compañeros e, incluso, el alcalde de Ariño, Joaquín Noé, también minero, los han calificado, en declaraciones a Efe, como "héroes".


Aun así, Luna rehuye el protagonismo en todo momento al afirmar que su lema es "todos uno" y que no son valientes ellos, sino que son valientes todos: los que van a andar, los que están dentro de la mina; las mujeres, que cortan carreteras, trabajan y organizan marchas nocturnas.


"Las mujeres han estado a nuestra altura o más", ha reconocido el minero. Según sus palabras, la intención del encierro era mover algo en los políticos: "A ver si el ser humano político mueve algo por dentro y negocia", pero como ven que no cambia nada y mañana es la manifestación han decidido que lo mejor es salir y unirse a ella.


"Salimos hoy, descansamos, vemos a la familia y mañana nos unimos a ellos, allí en Madrid, nos abrazamos y luego vemos a ver lo que hacemos", ha afirmado Luna, quien como una buena parte de los mineros aragoneses tiene en la "marcha negra" amigos y familiares.


En cuanto al futuro, ha reconocido que, por su talante y forma de ser, es más optimista que sus compañeros: "yo creo que habrá alguna forma de desbloquear esto, de alguna manera lo tienen que entender", ha subrayado.


Después de la manifestación, y tras un día de merecido descanso, el viernes los mineros turolenses han convocado una asamblea general para decidir entre todos qué acciones toman a partir de entonces, pero aún no sabe nada más.


Por otro lado, el minero aragonés se ha solidarizado con sus compañeros en Asturias y Castilla y León, que cree que se están jugando más que los aragoneses y que "no pueden dejarlos solos".


"Si ellos el día de mañana negocian un plan, nosotros no podemos ir a poner la mano de un plan que han luchado ellos más que nosotros, tenemos que ir todos a una", ha afirmado, porque "allí sí que se mueren pueblos, comarcas, todo", mientras que piensa que en Aragón de una manera u otra "se puede tirar para adelante".


Asimismo, ha querido trasladarles su ánimo y su fuerza a aquellos encerrados en las cuencas mineras leonesas.