Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

EN MALAS CONDICIONES

Profesores y padres del colegio Pierres Vedel ven peligroso el vallado provisional del recreo

Dicen que el cercado puede caerse si se apoyan los alumnos y reclaman una solución definitiva a la falta de patio.

La plaza de las Monjas ha sido delimitada con vallas para que sirva de recreo.
Profesores y padres del colegio Pierres Vedel ven peligroso el vallado provisional del recreo
RUBéN VILLéN

El vallado provisional que ha instalado el Ayuntamiento de Teruel en la plaza de las Monjas para delimitar una zona de recreo destinada a los alumnos de educación Primaria del colegio contiguo Pierres Vedel no convence a los profesores ni a los padres de los alumnos. Todos ellos reclaman, a la mayor brevedad posible, una solución definitiva a los problemas que arrastra el centro escolar desde hace años por falta de un patio en buenas condiciones.


El pasado martes, cuando arrancó el curso escolar, los alumnos se encontraron con que el cerramiento de la plaza de las Monjas que ingenió en su día como patio de recreo el anterior equipo de gobierno PAR-PSOE y que fue retirado el pasado mes de julio para la celebración de La Vaquilla, no había sido repuesto. Ante las quejas de los padres, el Ayuntamiento se vio obligado a improvisar un nuevo cercado.


El director del colegio, Guillermo López, calificó ayer de "peligrosas" las vallas colocadas, que son similares a las que se instalan en zonas de obras, sin ningún tipo de sujeción al suelo. "Un niño da un empujón a una valla o se apoya en ella y se caen la valla y el niño. Eso no es solución", protestó López.


El representante de los padres de alumnos en el consejo escolar y vocal del APA (Asociación de Padres de Alumnos), Ernesto Romeo, señaló, por su parte, que el vallado, "sirve para tres días, pero no reúne condiciones para que permanezca por más tiempo en un centro escolar, donde hay un montón de niños".


Sin embargo, la concejala de Educación del Ayuntamiento de Teruel, María del Carmen Muñoz, desconocía ayer cuánto tiempo tendrán que permanecer esas vallas. Muñoz explicó que el equipo de gobierno municipal está estudiando la mejor solución "y eso puede llevar días". "Yo no tengo una varita mágica", añadió.


Lo que sí tiene claro la delegada municipal de Educación es que no se repondrá la verja que diseñó el anterior ayuntamiento y que costó 76.000 euros. A su juicio, no resulta funcional, pues aunque se ideó para poder ser retirada cuantas veces fuera necesario con el fin de que la plaza volviera a tener carácter público, en la práctica no es tan sencillo hacerlo, al existir elementos que van soldados a las farolas. "Nosotros buscamos dar vida a la plaza", aclaró.


Sin espacio y con mucho frío


No obstante, el representante de los padres de alumnos valoró positivamente que el Ayuntamiento, al menos, cercara de nuevo el pasado martes una parte de la plaza permitiendo a los escolares salir al recreo. "Han entendido que hacía falta una solución y que no se podía esperar", manifestó Romeo. Agregó que esa zona "es ideal para que los niños se distraigan, porque es soleada y está protegida del viento".


El colegio solo dispone de un patio de 380 metros cuadrados al que no entra el sol por estar rodeado de muros de más de tres plantas de altura. Debido a sus dimensiones, se utiliza como recreo solo para los más pequeños. Antes de que se habilitara la plaza de las Monjas como zona de esparcimiento para los alumnos, estos utilizaban el patio del vecino edificio del Seminario en virtud de un acuerdo con el Obispado. Sin embargo, este espacio no cuenta con aseos, es muy frío en invierno por estar orientado al norte y para llegar hasta él los niños tienen que salir de la escuela y recorrer un tramo de calle.


"Hace dos años, cuando hubo un invierno muy frío, los chavales estuvieron 80 días sin poder ir al patio del Seminario, porque estaba helado; se quedaron recluídos en sus aulas. Eso influye en la calidad educativa", recordó Ernesto Romeo.


Además, los padres denuncian que en el patio del Seminario "con el viento, se desprenden tejas". "Una vez cayó un trozo de teja a pocos metros de una niña que estaba comiéndose el bocadillo", relató el representante de los padres de alumnos. El colegio público Pierres Vedel, en pleno Centro Histórico, cuenta con un total de 172 alumnos de Infantil y Primaria.