ACORTANDO DISTANCIAS

De la periferia al centro urbano en 23 segundos

El elevador que unirá el Centro Histórico de Teruel con San Julián enlaza un barrio deprimido con el eje turístico y comecial.

Dos vecinos observan el ascensor desde San Julián.
De la periferia al centro urbano en 23 segundos
RUBEN VILLéN

Los vecinos de San Julián se frotan las manos ante la expectativa de llegar al Centro Histórico de Teruel con un 'viaje' de 23 segundos gracias al ascensor que entrará en servicio este mismo mes para salvar el desnivel de 36 metros que separa ambos barrios. Atrás quedará la obligación de dar un largo rodeo o subir un penoso tramo de empinadas rampas y escalinatas para llegar al meollo de la ciudad. Una vecina, propietaria de un bar a los pies del elevador, Mercedes Giménez, tiene claro que la nueva conexión mecánica "vendrá de maravilla" al barrio. Remacha a continuación que, una vez terminada la obra, debe entrar en servicio "cuanto antes".


El ascensor, bautizado como 'Atalaya' por su diseñador, el arquitecto Joaquín Andrés, tiene una imagen inspirada en las torres mudéjares. Cuenta con dos cabinas y una escalera, todo ello enmarcado en una torre de paredes metálicas caladas. Ha costado 1,5 millones de euros, aportados por la DGA. Lástima que los modificados de proyecto y la imposibilidad de incrementar la financiación en estos tiempos de estrecheces se hayan llevado por delante algunos aspectos del proyecto que hubieran mejorado su estética, como la plaza de salida en la zona superior o la iluminación con leds.


Aun así, los vecinos están ansiosos por que el ascensor empiece a funcionar para dejar de vivir en un barrio periférico a pesar de su proximidad al Centro Histórico. José Navarro, jubilado, dice que el elevador vendrá muy bien, "sobre todo para las personas mayores que ahora, para ir al centro de la ciudad, tienen que dar una vuelta por el Óvalo o subir una cuesta muy empinada". Navarro aclara que él prefiere las escaleras al rodeo, pero reconoce que llega arriba "sofocado".


Una vecina señala que "si no es para ir al médico, las personas mayores prefieren no ir al centro de la ciudad". La misma mujer reconoce que San Julián, en sintonía con los barrios más deprimidos de la ciudad, tiene una población cada vez más envejecida.


La Asociación de Vecinos de San Julián quiere sacarle todo el jugo posible a la 'Atalaya'. Hasta se ha inventado un eslogan: "San Julián, ¿te bajas?". Del 1 al 30 de octubre prepara un programa cultural con la intención de que la entrada en servicio del elevador anime a los vecinos de otros barrios a "bajarse" para disfrutar de los actos programados. El presidente de la entidad vecinal, José Polo, se lamenta de que hasta ahora el acusado desnivel entre el Centro Histórico y San Julián ha hecho que dos barrios situados "pared con pared" vivan completamente de espaldas.


Polo confía en que los flujos de peatones derivados de la nueva infraestructura sean de igual intensidad desde San Julián al Centro Histórico, como a la inversa. A su juicio, también el comercio y la hostelería pueden revitalizarse con este tráfico peatonal. Mercedes Giménez opina que "si, en lugar de pasar 50 personas por delante de la puerta del bar pasan 100, algunas más entrarán a consumir".


Además de invitar a los comerciantes y hosteleros a asociarse para sacar partido de la obra, Polo propone al Ayuntamiento instalar en los dos accesos del ascensor paneles informativos que sitúen tiendas y bares sobre el plano de San Julián para animar a los potenciales consumidores. Sea cual sea el impacto sobre el barrio, queda poco para constatarlo. El concejal de Urbanismo, Jesús Fuertes, explica que solo quedan pendientes "dos flecos sin importancia" para la entrega del elevador.


La asociación de vecinos tira de eslogan publicitario: "San Julián, ¿te bajas?"