TRIBUNALES

Comienza la repetición del juicio por la muerte de una mujer en su casa de Calanda

Un jurado popular distinto al que absolvió de homicidio al esposo de la víctima deberá dar ahora su veredicto tras una vista de tres días.

Hoy se inicia en la Audiencia Provincial de Teruel la repetición del juicio por la muerte de Pilar Mir, la mujer que en 2007, cuando tenía 53 años de edad, sufrió en su casa de Calanda una herida de cuchillo en el abdomen que acabó con su vida en 45 minutos.


En el primer juicio, celebrado dos años después del suceso, el jurado popular absolvió al esposo de Pilar Mir, José Tomás Egea, para quien la Fiscalía y la familia de la víctima pedían 15 años de prisión al considerarlo autor de la muerte de su mujer. Por una ajustada mayoría, cinco contra cuatro, los miembros del jurado estimaron que las pruebas expuestas en la vista no eran concluyentes para considerarlo culpable.


Sin embargo, a propuesta del Ministerio Fiscal, el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) y el Tribunal Supremo (TS) entendieron que el jurado no argumentó bien su veredicto y ordenaron la repetición de la vista.


Ahora, un jurado distinto juzgará de nuevo a José Tomás Egea, que desde hoy y hasta el próximo miércoles se sienta otra vez en el banquillo de los acusados. Antes de ser juzgado la primera vez, pasó 20 meses en la cárcel.


El abogado de la acusación particular -que representa a las hermanas de la víctima-, Iván Sanz, señaló que aunque se trate de una repetición, el juicio no será igual. «Han pasado otros dos años y los testigos no recordarán lo mismo ni sus declaraciones serán iguales», afirmó el letrado. En este sentido, Sanz opinó que una segunda vista «da la oportunidad de reconsiderar y de cambiar algunos planteamientos». El abogado afirmó que en esta ocasión «habrá material probatorio suficiente para convencer al jurado de que el acusado es culpable»,


Lo que sí será idéntico es el contenido de los informes periciales que una y otra parte llevaron al juicio y que resultan esenciales para la resolución de este caso. Unos y otros deberán permitir dilucidar si Pilar Mir se clavó accidentalmente el cuchillo o, por el contrario, la mujer fue víctima de una agresión mortal por parte de su esposo.


El suceso trascendió inicialmente a la opinión pública como un trágico accidente doméstico, pero cuando los forenses aseguraron que la herida de Pilar Mir en el abdomen tenía dos trayectorias, el proceso judicial dio un giro de 180 grados y José Tomás Egea ingresó en prisión como presunto autor de un homicidio.


Para el abogado de la acusación particular, la mayor dificultad con que se encontró el primer jurado popular durante el proceso de la vista oral fue la valoración de los informes forenses. «Son documentos médicos muy complejos, cuyos datos no siempre se pueden traducir a un lenguaje no profesional», manifestó Iván Sanz.


El próximo mes de septiembre, otro juicio con jurado popular celebrado en Teruel será repetido. En esta ocasión, Ricardo Alcón, acusado de la muerte de su padre en Linares de Mora y también absuelto, volverá a ser juzgado.