JUSTICIA

El Juzgado de Instrucción de Calamocha ha tenido 17 jueces distintos en los últimos 15 años

El presidente de la Audiencia pide incentivos que fijen a los profesionales al medio rural para mejorar la actividad.

El juzgado de Calamocha -en la fotografía- está a la cola del país en asuntos civiles.
El Juzgado de Instrucción de Calamocha ha tenido 17 jueces distintos en los últimos 15 años
ESTíBALIZ CENTENO

Hasta 17 jueces distintos han pasado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Calamocha en los últimos 15 años, lo que supone, por término medio, que un profesional de la Justicia no permanece en este destino ni un año. El recuento, realizado por miembros de la carrera judicial, pone de manifiesto la gran movilidad de magistrados que experimenta dicha sala, una circunstancia que puede llegar a producir demoras en la resolución de los procedimientos.

Desde la Secretaría del Juzgado de Calamocha, si bien negaron que existan retrasos en la actividad judicial, cifraron en «dos o tres años» el tiempo que un juez titular, es decir, con las oposiciones aprobadas, suele quedarse en la localidad del Jiloca. Y de ellos ha habido cinco de 1995 a la actualidad. Lo que ocurre es que entre la salida de un magistrado y la llegada de otro transcurre un periodo de unos 10 meses en el que han llegado a sucederse hasta 4 jueces sustitutos o interinos. En algunos casos, el regidor ha permanecido solo unos pocos días.

Abogados de la zona del Jiloca destacaron que, cuando llega un nuevo juez, «debe ponerse al día y leerse desde el principio toda la documentación de aquellos casos que aún no se han terminado de resolver, y eso paraliza bastante el funcionamiento del Juzgado». No obstante, indicaron que el hecho de que el resto de los funcionarios sea estable compensa en gran medida la movilidad de los jueces.

Primer destino

Los mismos letrados señalaron que el problema del Juzgado de Calamocha es que, al ser pequeño, es elegido por los jueces como primer destino, pero en cuanto estos ascienden se van a otro más grande. El partido judicial de Calamocha cuenta con una población aproximada de 30.000 habitantes distribuida en 62 municipios.

El presidente de la Audiencia Provincial de Teruel, Fermín Hernández, señaló que el frecuente cambio de jueces afecta también a los otros dos partidos judiciales de la provincia, el de Alcañiz y el de Teruel, pero en menor medida que al de Calamocha. Puso como ejemplo que las dos magistradas de Alcañiz han decidido quedarse en esta plaza buscando la conciliación familiar, «y eso es bueno -dijo- porque son personas que van a poder aportar su experiencia profesional».

Hernández reclamó la aplicación de incentivos para los jueces que se queden en el medio rural o en zonas deprimidas. «Hay que primar a la gente que está ahí, porque viven en lugares que no cuentan con los servicios y las posibilidades que ofrecen ciudades más grandes». El presidente de la Audiencia se refirió, entre otros, a la falta de centros universitarios o de medicina especializada.

Fermín Hernández recordó que la necesidad de incentivar con ayudas económicas o de otro tipo a los jueces que opten por quedarse en áreas deprimidas «se ha expuesto muchas veces, pero no hay voluntad de resolver esta cuestión».

El presidente de la Audiencia afirmó que el cambio de jueces «no es bueno». «El recién llegado tiene que adaptarse al lugar y al personal del Juzgado, y si aterriza con la idea de cambiar pronto de destino, no adquiere el mismo grado de compromiso con su trabajo que otro que viene para quedarse», explicó.