INAUGURACIÓN

Vecinas de Calaceite se hacen cargo de la residencia

Nueve mujeres atienden_a los residentes, en unas instalaciones que abrieron las puertas el 1 de abril

La espera ha merecido la pena y once años después de que comenzaran los primeros trabajos, la residencia de mayores San Roque de Calaceite abrió sus puertas el pasado 1 de abril. Una de las principales particularidades de esta instalación geriátrica es que son nueve mujeres de la localidad las que se encargan de atender las necesidades de los usuarios del centro, con capacidad para veintitrés plazas de residencia y quince más en el centro de día.


La formula elegida para gestionar este servicio es la de Sociedad Laboral, lo que hace que la responsabilidad dependa en un 51% de este grupo de mujeres y el resto de la Fundación Ramón Rey Ardid. Además, está previsto que el Consistorio intervenga también.


«Esta fórmula es muy beneficiosa para las mujeres, porque hacían falta más puestos de empleo femeninos en la zona. Además, con esta modalidad de gestión tienen garantizado un puesto de trabajo fijo y, a finales de año, al ser accionistas se podrán repartir los futuros beneficios», apunta Rosa María Doménech, alcaldesa de Calaceite.


Usuarios del pueblo


La residencia abrió sus puertas hace unos días, por lo que todavía está en fase de recepción de los nuevos usuarios, en su mayoría gente del pueblo y zonas próximas. En este caso, la Comarca se encarga de facilitar vehículos adaptados para que la gente que utiliza el centro de día pueda volver a sus casas.


Otra de sus ventajas es que se encuentra en una céntrica plaza de la localidad, lo que hace que los vecinos no sientan el desarraigo propio de quien deja su casa para irse a un centro asistencial.


Las instalaciones también cuentan con un servicio de comedor al que pueden acudir otros mayores del pueblo, previo aviso y por un módico precio de 4,50 euros.


Los usuarios disponen de su propio huerto para hacer plantaciones, gimnasio y servicios como lavandería, podología y psicomotricidad, que pueden ser utilizados, si así lo demandaran, por personas mayores del pueblo.