TRADICIÓN

Alfambra recuerda su Encomienda

La fiesta de la Subida a la Encomienda moviliza cada año a toda Alfambra y atrae a gente no solo de Aragón sino también del resto de España.

Fiesta cultural y festiva en Alfambra
Alfambra recuerda a su Encomienda
A. S.

Hace siete años que Alfambra, ubicado en la Comarca Comunidad de Teruel, decidió recuperar la tradición del siglo XII sobre la llegada de la Semana Santa.


De esta forma nació la Subida a la Encomienda que aúna tres aspectos: el cultural, religioso y festivo. Los actos centrales tendrán lugar este fin de semana.


La fiesta de la Subida a la Encomienda moviliza cada año a toda Alfambra y atrae a gente no solo de Aragón sino también del resto de España.Historia del municipio

Ya hace unos años que dos historiadores, José María Sanz y Juan José Barragán, propusieron al consistorio poder recuperar la historia del municipio de alguna manera y mostrar a través de alguna fiesta cómo se vivía o qué tradición tenía la gente a principios del siglo XII con motivo de la Semana Santa.


De esta forma surgió la celebración de la Subida a la Encomienda que permite recordar a los colonos que vivían en el pueblo, y que cada sábado santo subían al castillo a pagar a sus guardianes, que vivían todo el año allí defendiendo a Alfambra.


La forma de pago era en especie y por ello les subían cordero o cebada para los caballos y era el comendador, es decir la persona que estaba al frente de todos, el encargado de recibirles. Ahora esta tradición se ha convertido en una actividad que cuenta con una muy buena acogida por parte de los alfambrinos así como también por parte de los pueblos vecinos.Sábado Santo, a las 23.15

Una de las actividades más llamativas de esta celebración es como su propio nombre indica la Subida a la Encomienda que se realiza, el sábado santo a partir de las once y cuarto de la noche, con el acompañamiento de los tambores y bombos Tierra Roja, los caballeros de la Mesnada Real y de todos los que lo deseen eso si llevando antorchas de la época.


El alcalde de Alfambra, Amador Villamón, reconoce que este acto está supeditado al buen tiempo puesto que «en las seis ediciones anteriores solo en una o dos ocasiones hemos podido realizar la subida, si llueve no se puede subir entonces lo que hacemos es dar una vuelta por el pueblo todos juntos y lo celebramos así». Una vez concluye, el comendador se encarga de dar lectura de nuevo al Fuero de Alfambra, que es uno de los pocos municipios de la provincia de Teruel que cuenta con él.

El comendador


Este año la organización de la fiesta decidió nombrar como comendador a Antonio Martínez Gómez, procedente de Guadalaviar pero que tiene relación con el municipio dado que está casado con una chica del pueblo. En la actualidad participa en todo lo que tiene lugar en Alfambra y fue uno de los principales colaboradores cuando se puso en marcha el Museo de la Remolacha.


Villamón destaca que “es una figura que vamos dando a gente que es del pueblo o que han colaborado con el mismo, como es el caso de Monseñor Santos Abril, que en estos momentos está en el Vaticano, y que también fue comendador. Todos los que hemos nombrado hasta ahora lo han admitido con gusto y con ganas, parece que están esperando cada año su turno cuando se les da el cargo”. Además antes de la Subida a la Encomienda el comendador también es protagonista de la fiesta puesto que se encargará de dar lectura, este sábado a partir de las seis de la tarde, a un fragmento del Fuero de Alfambra y posteriomente dejará plasmada su firma en el libro de honor del municipio.Plantada del chopo en la puerta de la iglesia

Otra iniciativa que también han recuperado con motivo de esta fiesta es la plantada del chopo en la puerta de la iglesia, que tiene lugar a las doce de la noche del sábado al domingo, ya que antaño eran los mozos del pueblo los que se encargaban de plantarlo ellos solos, sin ayuda de nadie “lo que querían era demostrar a las mozas su valentía pero ahora todo el pueblo sube y ayuda” reconoce el alcalde alfambrino.


A lo largo de los tres días que dura la celebración los vecinos montan haimas en la plaza del pueblo, unas haimas que llevan el nombre de las ordenes militares que pasaron por el municipio como es la nativa del pueblo, Montegaudio, pero también están las del Temple o Santiago entre otras. Además todos llevan vestidos de la época y se diferencian unos de otros por las capas, de diferente color y con diferente escudo.