Reforzar la seguridad vial de las rondas de Ambeles y de Dámaso Torán de la capital es el principal objetivo del proyecto de regulación del tráfico mediante semáforos y de asfaltado que el Ayuntamiento está llevando a cabo esta semana en dos de las más importantes arterias de la capital.

Para ejecutar esta actuación, se ha tenido que interrumpir parcialmente el tráfico de las vías, que comunican los barrios del Ensanche y San León. Durante dos días se ha cortado el carril en sentido hacia la Carretera de Alcañiz y a partir de hoy se cerrará en dirección contraria. Esta situación se mantendrá durante una semana.

A pesar de las molestias que habitualmente producen las obras, las vías alternativas que se han propuesto a través de la Cuesta de la Enriqueta, el Carrajete y la Perimetral, han logrado reducir en gran medida las retenciones de vehículos.

La concejala delegada de Infraestructuras del Ayuntamiento turolense, Lucía Gómez, señaló que la reforma del pavimento de la calzada de las rondas era necesaria y forma parte de la operación asfaltado que se ejecutó el año pasado en los barrios de la Fuenfresca, San León y las Viñas. Y agregó que entonces no pudo completarse debido al mal tiempo. «Lo pospusimos también con objeto de instalar previamente los semáforos», explicó Gómez.

Más seguridad vial

El Ayuntamiento planteó la necesidad de regular el tráfico mediante la señalización luminosa con la finalidad «de intensificar la seguridad para los peatones en una de las zonas más transitadas de la capital», subrayó la concejala de Infraestructuras, quien añadió que, como consecuencia del intenso tráfico que soporta, resulta asimismo una de las más peligrosas. Recordó que hace varios años, una mujer falleció tras ser atropellada en uno de sus pasos de peatones. «Hay que tener en cuenta -dijo- que las rondas son muy utilizadas por que son un paso de tránsito para ir a la Universidad y a una amplia zona escolar y deportiva».

Los semáforos ya se han instalado, aunque no están en funcionamiento, en el cruce de las escaleras del Arrabal y en el paso de cebra que conecta con la Cuesta de la Jardinera. Gómez precisó que estarán coordinados con los situados en la rotonda de los viaductos y en el inicio del barrio de San León.

Para los vecinos, el proyecto de asfaltado, y, sobre todo, la instalación de semáforos viene a resolver un problema de seguridad para peatones ya antiguo. «Es una idea acertada», según señaló el presidente de la Asociación de Vecinos del Centro Histórico, Manuel Abad. Dijo que las rondas registran habitualmente «una gran congestión de tráfico, con coches que aparcan en doble fila y que restan visibilidad a los peatones que quieren cruzar por los pasos de cebra». A ello hay que sumar las aglomeraciones que se registran durante el mercadillo de los jueves.

Abad reconoció que las obras no han generado quejas vecinales por el momento, «ya que la gente tiene claro que las retenciones son un mal menor necesario para poner en marcha medidas que a la larga mejorarán la seguridad de los ciudadanos». Considera, no obstante, que la medida de regulación mediante semáforos se podría extender a otras zonas peligrosas de la ciudad como la rotonda de San Francisco o el Paseo del Óvalo.