LAS BODAS DE ISABEL DE SEGURA

La fiesta de Los Amantes desborda Teruel

Cerca de 10.000 personas asistieron ayer en la plaza del Torico y las calles adyacentes a la escena central del drama.

Bodas de Isabel 2011
Bodas de Isabel 2011
ANTONIO GARCíA

La escena más emotiva de la dramatización de las Bodas de Isabel reunió ayer en la plaza del Torico y sus calles adyacentes a cerca de 10.000 personas, que contuvieron el aliento ante la muerte de Diego de Marcilla, después de que su amada le rechazara un beso por haber contraído matrimonio, aún inducida por una mentira, el día anterior con el noble Pedro de Azagra.


La enorme expectación en las calles de Teruel, así como el que este 2011 haya más de 5.000 extras en 149 agrupaciones diferentes, es una clara demostración del músculo de unas celebraciones que cada año van a más y que, en su 15º aniversario, tienen la vocación de convertirse en Fiesta de Interés Turístico Nacional. Hasta con hora y media de antelación se apostaban los espectadores en la plaza del Torico para coger sitio y no perderse un detalle de la tragedia que, afortunadamente, no se vio amenazada por la lluvia a pesar de que por la mañana sí había chispeado.


Si el año pasado fueron los giros cómicos del guión la novedad en la plaza, este 2011 las representaciones se han caracterizado por tener un toque más musical. Así, ayer, tras el momento cumbre de la muerte del Amante, sonó una composición de la cantante turolense Mari Carmen Torres, que muchos de los congregados tuvieron que seguir a través de las pantallas de la calles de San Juan porque en la plaza del Torico no cabía un alfiler. Se eliminó este año la controvertida escena en la que Pedro de Azagra aparecía en el balcón en paños menores, pero sí hubo 'picante' en la entrada de Diego por la puerta de la Andaquilla con una serie de mujerzuelas que elogiaban el buen tamaño de su espada... También este año un agente del maquiavélico Pedro intentó impedir que Diego cruzara la muralla, en el que es, según los organizadores, el momento más delicado de todas las fiestas. Cuando el joven de los Marcilla atraviesa el portal de Daroca es tanto el público expectante que se pasan apuros para que, aún a caballo, acceda hasta la plaza. De hecho, se precisa de la colaboración de las agrupaciones militares para que, invocando su 'servicio de orden', abran un estrecho pasillo entre la muchedumbre. «Es el momento más multitudinario y el más tenso. Hay que estar pendiente de que todo salga bien y son muchas las personas implicadas», comenta Raquel Esteban, gerente de la Fundación de las Bodas, al tiempo que añade que «el domingo es un día muy emotivo pero menos complicado en el montaje».


Marian Pueo, responsable junto a Joaquín Murillo de la teatralización, también echó ayer una mano para abrir paso entre empentones a Gabriel Fuertes, protagonista junto a Raquel Vicente este 2011 de la tragedia acaecida en 1217. Finalmente, Diego acabó «de mala traza» y sus escuderos pidieron a gritos un galeno, pero no fue por la muchedumbre sino por el beso que le negó Isabel. Toda la noche se ha estado velando su cadáver y hoy la trágica muerte de la Amante durante el sepelio del Marcilla pondrá el broche final a las celebraciones en las que Teruel -reyertas, torneos y mercadillos mediante- vuelve por cuatro días al siglo XIII.


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