AGRICULTURA

La quema de rastrojos en los campos obliga a actuar a los bomberos a diario

Los ecologistas denuncian los problemas medioambientales de esta práctica agrícola.

La quema de rastrojos en el medio agrícola ha obligado durante el último mes a intervenir a los bomberos casi a diario para sofocar los incendios que se producen por la propagación de las llamas. Tanto ecologistas como el Sindicato Profesional de Bomberos de Aragón han censurado esta práctica que los primeros consideran perjudicial para el medio ambiente y los representantes de los segundos, peligrosa por los riesgos que conlleva.


Las condiciones climáticas que se han registrado estas semanas, con elevadas temperaturas y fuertes rachas de viento, han propiciado la proliferación de pequeños incendios a causa de la quema de rastrojos. El último de estos episodios se produjo el pasado fin de semana en un campo abandonado de la localidad de Cella donde crece abundante vegetación. Desconocidos prendieron fuego de forma ilegal a los matorrales, lo que provocó la propagación de las llamas en pocos minutos. Fue necesaria la presencia de los bomberos para sofocarlas.


Amado Goded, delegado del Sindicato Profesional de Bomberos de Aragón en Teruel, se lamentó de la ausencia de un mayor control de esta actividad que ocasiona un derroche de los recursos de los parques de bomberos de la provincia y el desabastecimiento de los retenes durante varias horas al día.


Goded echa de menos la presencia de un «registro donde se establezca el día concreto y la hora de las quemas autorizadas». «Esto -afirma- obligaría a todos los agricultores a hacerlo más ordenadamente». El bombero señaló que muchos de los incidentes se ocasionan durante la noche debido al rebrote de llamas mal apagadas.


En la actualidad, la quema de rastrojos está prohibida por normativa europea, de modo que ningún agricultor acogido a la PAC puede efectuarla si no es por razones fitosanitarias, a causa de la presencia de plagas. No es el caso, sin embargo, de los agricultores que no reciben ayudas comunitarias, que pueden quemar rastrojos durante un largo periodo del invierno previa autorización del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón.


Para el portavoz de Ecologistas en Acción-Otus, Nicolás Ferrer, se debería extender la prohibición de quemar rastrojos en todos los casos, con escasas excepciones, «ya que hay otras técnicas mucho más respetuosas con el medio natural como picar los desechos y utilizarlos como materia orgánica en los cultivos». «Lo que sucede -añadió- es que resulta mucho más cómodo para los agricultores quemar los residuos».


Ferrer manifestó que esta actividad «está muy extendida en la zona del Jiloca y, sobre todo, a partir de las 5 de la tarde, con el peligro que entraña tener toda la noche por delante unas brasas mal apagadas». Considera que estadísticamente está demostrado que «un elevado porcentaje de los incendios forestales» se producen por esta causa.


El director provincial de Medio Ambiente, José Antonio Gómez, señaló que las quemas agrícolas únicamente se realizan con autorización expresa, aunque explicó que siempre se advierte al agricultor de que las evite si las condiones ambientales no son las adecuadas. Esta práctica, no obstante, solo se puede llevar a cabo en invierno. A partir de marzo o abril quedan prohibidas a excepción de las ramas de olivo, cuya combustión está permitida por la presencia de plagas. Las infracciones de esta normativa están sancionadas con multas de entre 500 y 1.000 euros, si bien Gómez indicó que no es habitual la vulneración de la legislación.


En invierno, el control de los incendios está a cargo únicamente de la unidad helitransportada de Alcorisa. Durante este mes se incorporarán 3 cuadrillas más.