FUNERARIAS

El nuevo crematorio de Teruel disparará la incineración de cadáveres

La empresa gestora del servicio prevé que el porcentaje actual, el 8%, se multiplicará por 10 tras la inauguración del servicio ayer.

La incineración de cadáveres, una práctica muy minoritaria en Teruel, se podría multiplicar hasta por diez con la inauguración ayer del primer horno crematorio de la provincia en la capital. La empresa gestora, Albia Gestión de Servicios, señaló que, frente al 8% de incineraciones respecto al total de defunciones que registra la ciudad, Zaragoza llega al 60% «y sigue una tendencia ascendente». Algunas comunidades, como el País Vasco y Andalucía, alcanzan ya el 80%.


El administrador único de Albia, José Andrés Ortiz, señaló que la práctica de la incineración está en progresión en toda España, aunque en Teruel tropezaba hasta ahora con la obligación de desplazarse a Zaragoza o Valencia para proceder a la cremación por falta de instalaciones crematorias en la provincia.


Andrés añadió que la puesta en servicio de las instalaciones turolenses «cumple una demanda de la ciudad» y evitará los desplazamientos de los familiares de los fallecidos a capitales cercanas «en momentos delicados» para proceder a las incineraciones. El crematorio funcionará todos los días de la semana para «no alargar el dolor de las familias».


La tarifa del crematorio, aprobada por el Ayuntamiento, es de 513 euros. La empresa gestora disfruta de una concesión de treinta años. La inversión realizada asciende a 356.658 euros. Aunque las obras estaban ejecutadas el 27 de diciembre, no se pudieron poner en marcha hasta el pasado lunes.


El concejal delegado de Cementerios, José Antonio Sánchez, reconoció que la entrada en servicio se ha demorado más de lo debido a «problemas burocráticos». Sánchez adelantó que, ante el previsible incremento de la demanda, se construirán nuevos columbarios para depositar cenizas.


Las nuevas instalaciones, contiguas al Cementerio municipal, se organizan en dos edificios que suman 261 metros cuadrados: uno está ocupado por el crematorio y otro por la sala de autopsias. Entre el nuevo equipamiento, figuran cámaras frigoríficas, aseos, mesas de trabajo y salas de espera. La intervención ha mejorado también la entrada de la capilla del camposanto.


El alcalde, Manuel Blasco, se felicitó por la entrada en servicio del crematorio, un proyecto que, según reconoció, fue «gestionado por el anterior equipo de gobierno». Adelantó que, en 15 días, se producirán otras mejoras en el área de cementerios, como la recuperación de los enterramientos durante los fines de semana, suprimidos el pasado verano por falta de personal.


Blasco explicó que dos de los 18 operarios destinados hasta la semana pasada a la recogida de basuras se incorporarán, con el traspaso de esta labor a una empresa privada, a la plantilla del Cementerio para que los enterramientos se pueden realizar todos los días de la semana.