TRÁFICO

Detenido por circular a 220 kilómetros por hora en la A-23

El conductor, que viajaba casi al doble de lo permitido, fue interceptado cerca de Calamocha, donde ya se han registrado varias infracciones similares.

La Guardia Civil detuvo a las 12.15 de ayer a un automovilista de 36 años, vecino de Zaragoza, que circulaba a 220 kilómetros por hora por el kilómetro 181 de la autovía Mudéjar o A-23, en el término municipal de Calamocha. El detenido pilotaba un Audi A-4, un modelo de gama alta. Fue captado circulando a doble velocidad de la permitida -120 kilómetros por hora- en un tramo caracterizado por su trazado recto o con curvas muy suaves y llano.


El detenido fue puesto a disposición del titular del Juzgado número 2 de Teruel y, tras prestar declaración, quedó en libertad con cargos por un delito contra la seguridad vial y a la espera de la citación judicial para la celebración de un juicio rápido. Una infracción similar -circular a 232 kilómetros por hora- registrada en la misma carretera pero a la altura de Teruel fue sancionada por el juez con una multa de 1.440 euros, 16 meses de privación del carné de conducir y 44 jornadas de servicios en beneficio de la comunidad.


El tramo de la A-23 comprendido entre los kilómetros 181 y 185, situado entre Fuentes Claras y Calamocha, ha sido escenario de varias detenciones de automovilistas por conducir a más de 200 kilómetros por hora.


El caso más llamativo fue la detención en febrero de 2010 de dos conductores, pertenecientes a una empresa murciana, que circulaban a 233 y 237 kilómetros por hora entre los kilómetros 181 y 185 de la A-23. Al parecer, el exceso de velocidad se produjo en aquel caso por un efecto de imitación entre los dos automovilistas, que manejaban sendos Mercedes.


En junio de 2010, la Guardia Civil interceptó entre Teruel y Calamocha a un conductor que circulaba en un Land Rover Discovery a 188 kilómetros por hora, el doble del máximo permitido para este tipo de vehículos, 90 kilómetros por hora.


El tramo que concentra estas infracciones es objeto de una vigilancia intensa por la Guardia Civil de Tráfico, que utiliza, con mucha frecuencia, un coche-radar en las proximidades de la salida de la A-23 hacia Calamocha. En los tres años que lleva en servicio la A-23 en Teruel ha registrado 7 denuncias por superar los 200 kilómetros por hora.