JABALÍS

Un nuevo 'vecino' en los alrededores de la ciudad

Ciclistas, corredores y jubilados que pasean por los caminos que van de Teruel a los Mansuetos y al parque de la Fuentecerrada, se han topado con jabalís. El rastro de este animal está cada vez más cerca del casco urbano.

A los pájaros, ardillas y otros animales que pueblan los pinares que hay entre la zona de los Planos y el parque de la Fuentecerrada se ha sumado ahora el jabalí. Su rastro está cada vez más cerca del casco urbano y algunos ciclistas, atletas y jubilados que recorren los caminos han visto a muy pocos metros a estos mamíferos.

Hace unos meses, un vecino de la Fuenfresca, Antonio I. P., que hacía deporte a solo 200 metros de un hipermercado que hay en la zona, se encontró con uno de estos jabalís. «Oí que se movían unas ramas y al mirar vi salir al animal. Él no se asustó y siguió su camino, pero yo sí, y eso que tengo muy buena fe con los animales y sabía que no me iba a hacer nada», relató. En su opinión, el jabalí iba a beber de unas balsas de agua que hay próximas.

«Eran cuatro o cinco»

También el dueño del bar de la Fuentecerrada -a unos dos kilómetros del casco urbano de Teruel-, Antonio Suárez, ha visto jabalís. Los encontró a 500 metros de su establecimiento cuando él regresaba a Teruel en coche tras un día de trabajo. «Eran cuatro o cinco que iban juntos y cruzaban la carretera. Aminoré la marcha y no pasó nada», indicó. La orilla del camino que conduce de la Fuentecerrada a la Fuentecarrasco, un lugar frecuentado por personas que hacen 'footing', está salpicada de rastros de estos animales, que con sus colmillos levantan la tierra para encontrar raíces y semillas con las que alimentarse, si bien no suelen atacar a las personas.

El director provincial de Medioambiente de la DGA, José Antonio Gómez, confirmó que tanto vecinos de Teruel como agentes forestales que vigilan el monte le han comunicado que han visto jabalís a menos de un kilómetro de zonas habitadas de la ciudad, si bien considera que «no es algo preocupante». «Se mueven mucho y se han visto por los caminos de la Fuentecerrada, donde encuentran comida y recursos, y podrían acercarse todavía más a Teruel si tienen hambre y huelen basuras», dijo.