EMPLEO

En Pelbor queman sus últimos cartuchos

Protagonizaron una concentración en la capital y una reunión con el consejero de Industria, en Zaragoza.

Una transeúnte observa el boquete abierto en el escaparate.
En Pelbor queman sus últimos cartuchos
A. GARCíA

La plantilla del matadero de Pelbor de Calamocha protagonizó ayer una concentración en la plaza del Torico de la capital, en lo que supone una de sus últimas medidas de presión para reclamar la reapertura de las instalaciones antes de que la empresa presente un concurso de acreedores, antigua suspensión de pagos, el día 23 de este mes. Por la tarde, se entrevistaron con el consejero de Industria, Arturo Aliaga.

Los trabajadores, alrededor de un centenar, trataron con estas medidas, y con una manifestación prevista para los próximos días en Zaragoza, de agotar todas las posibilidades para negociar una salida al matadero. Las instalaciones se encuentran cerradas desde septiembre de 2009 y desde entonces su plantilla ha estado sujeta a diferentes expedientes de regulación de empleo, que concluyeron el pasado mes de octubre.

Ayer, los operarios decidieron concentrarse en la plaza del Torico, ante las puertas de Caja Rural de Teruel, por ser esta entidad financiera una de las accionistas de Pelbor -mantiene el 20% del capital social- y liderar en estos momentos las acciones que se llevan a cabo para buscar inversores que permitan reflotar la empresa.

El encierro que mantienen los trabajadores en las dependencias del Ayuntamiento de Calamocha desde hace dos semanas ha propiciado, asimismo, que el consejero de Industria informase ayer al comité de empresa del matadero y al alcalde de la localidad, Joaquín Peribáñez, en Zaragoza, de la situación actual de la empresa cárnica.

El portavoz de la plantilla, Mario Burillo, explicaba que hasta ahora "se ha ninguneado a los trabajadores, que queremos estar en la mesa de negociación para estudiar la posible reapertura de la industria".

Reajuste de plantilla

Los manifestantes recriminaron con gritos en la plaza del Torico la postura del director general de Caja Rural de Teruel, José Antonio Pérez Cebrián, quien días pasados declaró como solución la flexibilidad de plantilla y el reajuste salarial. "En ningún momento ha presentado ante los trabajadores propuesta alguna y podemos decir que las nóminas de Pelbor son mucho más bajas que las de cualquier otra empresa del sector", indicaba Burillo, refiriéndose al responsable de la entidad bancaria. Pese a ello, agregó que están dispuestos a "hacer concesiones, pero de una manera racional y negociada". De hecho, la plantilla propuso en julio pasado ante el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje, SAMA, una mayor flexibilidad laboral y la renuncia a las vacaciones. "Y la dirección de la empresa lo rechazó, asegurando que lo único que necesitaba era producir", subrayó Burillo, quien añadió que en aquella reunión se habló, incluso, de la posibilidad de sacrificar 3.300 cerdos semanales.

Todas las acciones se llevan a cabo a contrarreloj, ante la proximidad del concurso de acreedores, que como fecha límite se ha de presentar el día 23. La dirección de Pelbor -empresa cuyo accionariado está constituido en un 70% por la familiar Martín; en un 20%, por Caja Rural; y en un 10% por la Cooperativa Agroalimentaria del Jiloca-, ya ha anunciado su intención de plantear la extinción de las relaciones laborales en el mismo proceso del concurso de acreedores.

Plan de viabilidad

El consejero de Industria informó a los trabajadores en Zaragoza de la existencia de un plan de viabilidad, que está pilotando Caja Rural. Poco ha trascendido, sin embargo, de este informe, a excepción de que la compleja situación del sector cárnico empeora todavía más el estado de supervivencia de Pelbor.

Arturo Aliaga reconoció que hasta ahora no ha habido una amplia información a los trabajadores, pero defendió esta medida con opbjeto de no perjudicar las negociaciones que se están llevando a cabo con diferentes inversores.

Según fuentes del Departamento de Industria del Gobierno de Aragón, el consejero se comprometió a colaborar económicamente en la reapertura del matadero si se demuestra la viabilidad del mismo