La espantada de Ferrer paraliza el Ayuntamiento

La espantada del ex alcalde de Teruel Miguel Ferrer amenaza la revisión de los impuestos y las tasas municipales para 2011, además de paralizar el funcionamiento del Ayuntamiento y retrasar la toma de decisiones fundamentales para mantener a flote la economía municipal, como la justificación de subvenciones de la DGA antes del 15 de noviembre. La congelación de las ordenanzas municipales, si la comisión de hacienda no dictamina de inmediato este asunto, supondría un duro golpe para las finanzas del Ayuntamiento, ya precarias.

La teniente de alcalde, la socialista Lucía Gómez, que en el pleno municipal previsto para hoy asumira la alcaldía en funciones, reconoció que, aunque existe "voluntad política" de aprobar la revisión de impuestos y tasas dentro de plazo para que puedan aplicarse el 1 de enero de 2011, "otra cosa es que se pueda hacer". Señaló que a la incertidumbre sobre si la comisión de hacienda se podrá constituir sin los representantes que le corresponden al PAR, se suma la imposibilidad de aprobar las tasas derivadas de la Gerencia de Urbanismo para que sean ratificadas por el pleno.

La paralización del funcionamiento del Ayuntamiento es la consecuencia más negativa para los ciudadanos de la crisis desatada por la dimisión de Ferrer y su baja del PAR, aunque sin dejar la concejalía. La portavoz del PP, Emma Buj, denunció que el alcalde saliente "no podía haber elegido peor momento para dimitir". Además, el contratiempo se agrava con la dimisión como concejales de sus hasta hace poco correligionarios Luis Muñoz y Carmen Alonso. Así, de los 4 concejales del grupo aragonesista solo queda uno, Julio Esteban, y el partido tiene problemas para cubrir las dos vacantes porque algunos de los integrantes de la candidatura del PAR que deberían tomar el relevo han anunciado que no lo harán por su cercanía a Ferrer.

El relevo del ex alcalde tiene ya fecha, el 17 de noviembre, esté o no completo el grupo del PAR. El único candidato será, previsiblemente, el popular Manuel Blasco, que, con el respaldo de los 8 ediles del PP, saldrá elegido como cabeza de lista más votado. Blasco reiteró ayer que toda la culpa de la crisis institucional es de PSOE y PAR, pero añadió que ante la incapacidad de estos grupos para darle una solución asumirá el "marrón" de gestionar el Ayuntamiento hasta mayo de 2011.

El pleno ordinario previsto para hoy tomará conocimiento de las dimisiones de Ferrer, Muñoz y Alonso y, en la misma sesión, Lucía Gómez pasará a ser alcaldesa accidental. Gómez apeló al "sentido común y la responsabilidad" de todos los grupos. Reconoció, no obstante, que la situación "es muy desagradable".