CRISIS EN EL PAR DE TERUEL

El PP recuperará la alcaldía de Teruel

El candidato popular Blasco dispuesto a "apechugar" con el Ayuntamiento. Aparecen pintadas contra el ex alcalde cerca de su casa.

Ferrer continúa usando el coche oficial.
El PP recuperará la alcaldía de Teruel
JOSÉ MIGUEL MARCO

El PP recuperará la alcaldía de Teruel siete años y medio después gracias a la crisis desatada por la dimisión del actual alcalde, Miguel Ferrer, que además abandona su partido, el PAR, pero sigue como concejal. El popular Manuel Blasco, que encabezó en 2007 la lista más votada, asumirá el cargo después de que ayer tanto los aragonesistas como los socialistas -sus socios en el equipo de gobierno municipal- dejaran claro que no presentarán candidato para relevar al tránsfuga al frente del Ayuntamiento. Ante la crisis, que se ha visto agravada además con la dimisión de los dos ediles de confianza de Ferrer, los también aragonesistas Luis Muñoz y Carmen Alonso, ambos partidos reconocieron su imposibilidad para articular una nueva mayoría absoluta que les permita seguir manteniendo la alcaldía.


El presidente del PAR, José Ángel Biel, admitió que su partido no está en condiciones de presentar un candidato a la alcaldía y parecida postura mantuvo la consejera de Presidencia y candidata a presidir el Gobierno aragonés por el PSOE, Eva Almunia. Ambas formaciones están dispuestas a no entorpecer el acceso de Blasco a la alcaldía y a facilitar la gobernabilidad del Consistorio, con importantes asuntos pendientes y asfixiado por una pésima situación financiera. CHA, tercera fuerza en el Ayuntamiento con dos concejales, se abstendrá en la investidura de Blasco, mientras que Miguel Ferrer, ya liberado de la disciplina de grupo, votará al candidato popular. IU, sin representación municipal, pidió ayer el aislamiento político de Ferrer.


Por su parte, el futuro alcalde, Manuel Blasco, reiteró que la responsabilidad de resolver el embrollo del Ayuntamiento debería ser del PSOE y PAR, que "han de reconocer el error monumental que cometieron al promover a la alcaldía a Miguel Ferrer, cabeza de una lista elegida por el 15% de los votantes". Aseguró, no obstante, que si ambos partidos "son incapaces de solucionar la situación" va a "apechugar" con la alcaldía y asumirá de nuevo la responsabilidad "por aplicación de la ley". Su prioridad será conocer con precisión la delicada situación financiera del Ayuntamiento.


Este es el escenario que se abre después de que Ferrer, Muñoz y Alonso presentaran ayer, conjuntamente, los escritos de renuncia en el registro de entrada del Consistorio. Ferrer dimitió como alcalde, aunque no como concejal, y Muñoz y Alonso como ediles. Las tres renuncias se formalizarán ante el pleno el viernes. En esa sesión, la socialista Lucía Gómez, teniente de alcalde, pasará a ser la alcaldesa accidental.


En un plazo de diez días hábiles deberá celebrarse el pleno en el que se proceda al relevo del alcalde. Podría darse el caso de que en este intervalo no diera tiempo a suplir las bajas de Muñoz y Alonso. Además, la práctica totalidad de los integrantes de la candidatura aragonesista son personas cercanas a Ferrer y podrían renunciar a la concejalía, como ya ha ocurrido con uno de los posibles relevos, Juan Villalba. Si finalmente se cubren las vacantes, el pleno quedará formado por 8 ediles del PP, 7 del PSOE, 3 del PAR, 2 de CHA y un no adscrito, Ferrer.


Tras presentar su renuncia por escrito, Ferrer recalcó que ni él ni los otros 38 cargos que abandonan el partido tienen pensado dejar sus responsabilidades institucionales. Considera que la ciudad no sufrirá ningún parón y se mostró dispuesto a poner al día a su sucesor. Admitió, no obstante, que "cuando se desata una tormenta nadie sabe donde caerá el rayo". De hecho, la crispación generada por su espantada se evidenció el fin de semana con la aparición de pintadas insultantes cerca de su casa.