La tercera edición de la Feria del Transporte abrió ayer sus puertas en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Teruel con el objetivo de reactivar el sector, que en el último año ha perdido en la provincia un 35% de su actividad y la misma proporción de empleos.

El presidente de la Asociación de Transportistas de Teruel -de la que forman parte 105 empresas con un total de 700 camiones-, José Vicente Lop, destacó que la crisis económica ha dado de lleno en el sector. En su opinión, la única fórmula para salir de la recesión es "trabajar, trabajar y trabajar".

Lop criticó, por otro lado, las deficiencias en materia de comunicaciones que existen en la provincia. "Las carreteras de Teruel son de juzgado de guardia. Nos falta la A-68 y la A-40, esta última para acabar con un tramo, el Teruel-Libros, que es tercermundista; Hay que hacer las variantes entre Teruel y Alcañiz y acabar de una vez la N-232 en Monroyo", dijo.

Una veintena de expositores de productos y servicios relacionados con el mundo del transporte muestran las últimas novedades del sector. Hay empresas de carrocería, talleres de reparación, firmas automovilísticas, fabricantes de remolques e industrias de logística. Paralelamente a la exposición, que fue inaugurada por el alcalde, Miguel Ferrer, y el director de Transportes de la DGA, Simón Casas, se desarrollan jornadas sobre conducción, normativa de tráfico o la nueva regulación del transporte terrestre.