Tras doce años de obras, el embalse de Las Tosquillas, en Mora de Rubielos, empezará a llenarse este otoño, casi con toda seguridad en diciembre, según afirmó ayer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Juan José Moragues, quien visitó el lugar.

El pantano, con una capacidad de apenas un hectómetro y una superficie ocupada de 12 hectáreas, empezó a construirse en 1999, pero las obras sufrieron dos parones, el segundo de ellos en 2004, cuando se decidió redactar un nuevo proyecto ante las "sorpresas geotécnicas" del terreno, indicó Moragues. Al parecer, se encontraron rocas fisuradas que no habían sido detectadas en las catas previas, explicó el presidente de la CHJ.

Al final, el coste de esta infraestructura se eleva a 13 millones de euros, el doble de lo previsto. La subdelegada del Gobierno, María Victoria Álvarez, destacó que, además de su función de embalse, el pantano cumplirá también el papel de zona de recreo, por los senderos y merenderos acondicionados a su alrededor. Su reducido tamaño le confiere, por último, un cariz didáctico, pues permite ver en poco espacio todos los elementos de una presa, dijo Álvarez.

En un primer momento, el agua alcanzará 15 metros de altura, de los 53 metros de profundidad que tiene en total el embalse. Si las pruebas de llenado dan buen resultado, se almacenará una mayor cantidad de agua en los meses siguientes.