alimentación experimental

Una ganadería de Ojos Negros produce una de las carnes de vacuno más saludables de Aragón

Sus terneros, alimentados con forraje en lugar de pienso, dan filetes con menos grasa, como demuestra un estudio.

Héctor Arana muestra el forraje con el que alimenta a sus terneros en la localidad de Ojos Negros.
Una ganadería de Ojos Negros produce una de las carnes de vacuno más saludables de Aragón
ANTONIO GARCíA

Héctor Arana no es un ganadero más. Sus estudios de veterinaria, su carácter emprendedor y, sobre todo, la crisis que atraviesa el sector por la subida del precio del cereal, le llevaron hace ya unos años a experimentar con la alimentación de los terneros que tiene en su ganadería de Ojos Negros. Optó por dar de comer a sus animales forraje del terreno -maíz verde, veza y avena- en lugar del pienso concentrado, más caro este último al estar hecho con cereal de grano y tener que ser transportado hasta la localidad en camiones.

Ahora, un estudio del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) demuestra que la carne de los terneros alimentados con forraje o hierba tiene menos grasa que la de aquellos que comen pienso. Además, tras comparar la producción cárnica de cuatro ganaderías de la Comunidad autónoma que utilizan distintos forrajes y diferentes tipos de animales en cuanto a raza, edad o peso a la hora de sacrificarlo, resulta que los mejores parámetros son los que arroja la granja de Arana en Ojos Negros.

Según pone de relieve el trabajo del CITA, los terneros que comieron maíz verde triturado así como los que se nutrieron de pastos dieron una grasa intramuscular menos saturada que el resto, con más ácidos grasos poliinsaturados -hacen disminuir el colesterol total- y mayor porcentaje de ácido linoleico, un potente antioxidante.

El estudio recoge que la carne de animales con dietas forrajeras sigue siendo igual de tierna y con el mismo color y destaca que esta alimentación, especialmente la de maíz ensilado o guardado en silos, tienen un menor coste que la de pienso. La investigación concluye que la dieta forrajera produce "una carne más acorde con las recomendaciones de la EFSA -autoridad europea de seguridad alimentaria- desde el punto de vista de las enfermedades cardiovasculares de los consumidores".

Uno de los cinco autores que han participado en el trabajo, Pere Alberti, calificó de "puntera" la explotación de vacuno de Ojos Negros al ser una de las pocas de España que emplea silos de maíz para alimentar a los terneros. Explicó que el estudio servirá para disipar los temores de los ganaderos a utilizar forrajes, cuyo menor coste puede ayudarles a salir de la crisis.

"Los ganaderos temían que el forraje oscureciese la carne o la hiciera más dura, pero hemos visto que es igual o mejor que la de pienso; es integradora, porque aprovecha los recursos del terreno; y tiene una grasa buena", señaló Alberti. "Los rumiantes nunca deberían de haber dejado de comer forraje", concluyó el investigador.

Héctor Arana, que empezó a dar hierba a sus terneros para sortear la crisis, señaló que el único inconveniente de la dieta forrajera es que los animales "crecen más lento". Agregó que, sin embargo, "se consigue una carne de mejor calidad y se aprovechan los recursos propios del lugar en el que uno vive". Destacó que los resultados del estudio pueden extenderse al ganado ovino, para que también este sector consiga un producto saludable saliendo, al mismo tiempo, de la crisis. "En Ojos Negros hay 12.000 ovejas con ganaderos jóvenes -algo extraño en la actualidad- y no les salen las cuentas", dice Arana. Son precisas cinco hectáreas de pasto para alimentar a 1.000 ovejas.