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La Vía Perimetral, reabierta tras su tercer corte de tráfico por desprendimientos

La reparación ha consistido en rebajar la pendiente del talud más inestable. Ayuntamiento y constructora discrepan sobre quién debe pagar la consolidación, que cuesta 200.000 euros.

Dos operarios limpian la calzada tras la reparación del talud momentos antes de la reapertura al tráfico.
La Vía Perimetral, reabierta tras su tercer corte de tráfico por desprendimientos
J. E.

La Vía Perimetral de Teruel se reabrió al tráfico a las 19.30 de ayer entre San Julián y la Fuenfresca, un tramo que se ha cortado en tres ocasiones desde la inauguración de la circunvalación, en abril de 2008, debido a los desprendimientos de una ladera inestable. El último deslizamiento se produjo el pasado abril tras un periodo de lluvias. La caída de rocas ha mantenido cortada la acera y carril bici durante seis meses. Además, desde el pasado agosto y con motivo de las obras de refuerzo, también se cerraron a los vehículos los dos carriles de la calzada destinada al sentido San Julián-Fuenfresca.


La última obra de consolidación, y ya van tres, ha consistido en realizar desmontes en el talud que provoca los derrumbamientos para que tenga una pendiente más suave. Aunque la empresa que construyó la Vía Perimetral, Acciona Infraestructuras, ha acometido la reparación, la constructora entiende que no le corresponde asumir este coste.


La Vía Perimetral, que ha mejorado la accesibilidad a los barrios del este de la ciudad y ha descongestionado las vías más saturadas, costó 16 millones de euros, de los que 5 están pendientes de liquidar. A esta cifra habrá que sumar el precio de las expropiaciones de suelo, pendiente de resolución judicial, pero que, según el Jurado Provincial de Expropiaciones, se eleva a 8 millones de euros. Además, desde su entrada en servicio, ha sido objeto de tres reparaciones en el mismo tramo porque la excesiva pendiente y la estructura arcillosa del terreno propician los derrumbes.


El concejal delegado de Urbanismo y vicepresidente de la sociedad municipal Urban Teruel S. A. -encargada de ejecutar la Perimetral-, Luis Muñoz, manifestó su confianza de que la última reforma ejecutada impida nuevos derrumbamientos, “de acuerdo a los informes técnicos”. Añadió que la menor inclinación de la ladera “hace muy difícil que se produzcan nuevos corrimientos”.


El edil reconoció, no obstante, que le hubiera “gustado” intervenir en un tramo de talud contiguo a la zona consolidada, pero “los técnicos dicen que no hacen falta los desmontes” por tratarse de un terreno estable. Aunque se trata de un sector en el que no se han registrado derrumbamientos, Muñoz mantiene su “inquietud” sobre su solidez futura.


El presidente de la Asociación de Vecinos de San Julián, José Polo, reconoció que la reducción de la pendiente del talud mejorará su solidez, pero echó de menos un zócalo de rocas para contener las capas bajas de la ladera. Además, alertó del riesgo de derrumbamientos en el talud opuesto, debido a su verticalidad y su estructura también arcillosa.


El pago de los aproximadamente 100.000 euros que ha costado la última reparación está todavía en el aire, según reconoció el propio Muñoz, ante la negativa de Acciona a asumir este desembolso. Explicó que el Ayuntamiento mantiene “abierto” el expediente que resolverá esta cuestión.


El Consistorio sostiene que el último desplome de rocas y tierra que cortó la calzada utilizada por el tráfico en sentido San Julián-Fuenfresca se produjo dentro del plazo de garantía de la obra y debe ser Acciona quien soporte el coste de la reparación. La constructora, que todavía no ha cobrado parte de las obras y amenaza con reclamar intereses de demora, rechaza este argumento.


Mientras, el talud opuesto al ya reparado presenta también riesgo de derrumbamientos según informes técnicos que cifran en 527.000 euros el coste de su consolidación. Sin embargo, los testigos colocados por el Ayuntamiento no han detectado ningún peligro y, de momento, no contempla ninguna intervención.