FIESTAS
Fórnoles se moja a lo grande y multiplica por cuatro su población
El concurso de barcos de hoy es la novedad en este pueblo del Matarraña.
La localidad de Fórnoles ya está disfrutando de sus fiestas patronales en honor de la Natividad de Nuestra Señora y San Gil. Cinco días en los que amigos, familiares y turistas solo tienen tiempo para la diversión.
El chupinazo congregó, a mediodía de ayer, a los vecinos de la localidad en la plaza del pueblo. Desde el balcón del ayuntamiento, representantes de las peñas daban la bienvenida a las fiestas. Estaban allí desde los más mayores hasta los bebés. Incluso, había una peña de niños muy muy pequeños, donde el mayor tenía cuatro años, los Porkets. Todos iban con la misma camiseta, en la que lucían un gracioso cerdito.
Y es que la plaza estaba abarrotada. "Estos días pasamos de ser 100 personas a casi 400. Da gusto ver todas las casas llenas. La pena es que luego la población vuelve a reducirse. Por eso, estos días de fiestas merecen la pena", comentaba Ernesto Serrat, alcalde de la localidad minutos antes de que se lanzara el chupinazo.
Después, la plaza se bañó en litros y litros de gaseosa. Los más pequeños correteaban para remojar a los mayores. Las fiestas ya estaban en marcha, y tras el pregón, no podía faltar el recorrido por las peñas del pueblo, animado por la música de la charanga alcañizana Los Semoleros.
Las actividades no cesarán hasta el próximo domingo. Hoy, destaca la tradicional misa baturra y procesión a las 12.00. Pero sin duda, la actividad más divertida tendrá lugar mañana: el concurso de barcos en la balsa, en el que los vecinos se lanzarán al agua con originales embarcaciones. "Pondremos a prueba la habilidad de los participantes y veremos quién es el que más tiempo aguanta seco", explicó Sergio Ferrero, teniente de alcalde, para quien "las risas están aseguradas".
El sábado, para abrir apetito, a las 12.30 se celebra un concurso de salados y pasteles en la Lonja. Y los más deportistas tendrán un hueco por la tarde con la olimpiada de juegos. Y, entrada la noche, orquesta con disco-móvil. El domingo, las fiestas dicen adiós con una comida de hermandad y revista de variedades.
