CULTURA

Los monumentos de la capital, galerías fotográficas en agosto

La tercera edición del festival internacional Teruel Punto Photo inunda de imágenes el Casco Antiguo durante este mes. Se espera recibir más de 25.000 visitantes.

Flores sin color en el Torreón de Ambeles. En los viejos muros del torreón de Ambeles cuelgan las fotografías del creador japonés Koichi Okuwaki. 'Hana' es el título de la sutil muestra, en la que las flores desprovistas de color son las protagonistas.
Los monumentos de la capital, galerías fotográficas en agosto
JAVIER ESCRICHE

La ciudad de Teruel se ha convertido durante este mes de agosto en un gran museo, y sus monumentos, en diferentes salas en donde se muestran exposiciones de fotografía de la más diversa índole.


La transformación de la capital en un espacio artístico, en el que, incluso, los escaparates exhiben obras, ha sido posible por la perseverancia de la Sociedad Fotográfica Turolense, una entidad de más de cien socios que ha organizado por tercer año consecutivo el festival internacional 'Teruel Punto Photo'. Ni la recesión económica ha podido con este grupo de entusiastas amantes de la imagen, y eso que las subvenciones de la Administración se han reducido drásticamente hasta alcanzar únicamente los 10.000 euros, "mucho menos -subraya Leo Tena, el coordinador del festival- de lo que reciben otros actos de menor repercusión mediática que se organizan en la capital".


Pese a todo, el esfuerzo del colectivo ha merecido la pena. "La verdad es que estamos contentos con la afluencia de visitantes a las diferentes salas -explicaba Tena-. Esperamos superar las 25.000 entradas registradas el año pasado". A simple vista, no parece un reto difícil; a las siete de la tarde de cualquier día, se detecta un constante goteo tanto de público vernáculo como foráneo en los 13 monumentos en los que se exhiben las exposiciones de fotografía.

"La gente -explica Tena- se ha acostumbrado a hacer el circuito completo".


Lo más complicado ha sido designar a cada espacio arquitectónico su exposición. Todo se estudia al detalle de un año para otro, pero sigue siendo una de las labores más arduas. Al final, se consiguen resultados sorprendentes. Por ejemplo, no podía haberse buscado un lugar mejor para albergar la muestra del japonés Koichi Okuwaki, cuyas fotos, esas imágenes minimalistas de flores a las que el artista ha desprovisto de todo color, cubren los viejos muros del Torreón estrellado de Ambeles.

Rodney Smith

Para colgar la obra del neoyorquino Rodney Smith no hubo muchas dudas. Es la estrella, sin duda, del acontecimiento fotográfico por excelencia de la capital, dedicado este año a su vertiente surrealista; y como tal, el Museo de Teruel se presenta como el espacio más adecuado para reunir las piezas elegantes, de formato cuadrado, del artista americano.

El trabajo del chino Maleonn se adapta a la perfección a la galería de la Escuela de Artes, un compendio de salas que, según Leo Tena, son "muy interesantes". El coordinador del festival dice que esta estructura permite "distribuir la muestra en series, con sus diferentes formatos", algo muy indicado para la retrospectiva de Maleonn.


De este artista, cuyas fotografías lucen sin la protección del cristal -un elemento que no siempre permite apreciar la calidad de las obras-, se pueden ver sus diferentes etapas. Fotos surrealistas, retocadas con Photoshop, que adquieren una atmósfera onírica.


De ahí a la sala de exposiciones de la Cámara de Comercio hay un paso. En este lugar se exhibe las 'Estereoscópicas de Leonardo Buñuel', una muestra producida por el Centro Buñuel de Calanda. A medio camino, en los espectaculares muros de la torre mudéjar del Salvador, se abre paso el trabajo del pintor Pepe Aznar. Este montaje es una licencia que se ha tomado la organización; una forma de plasmar en el festival el punto de vista de un artista cuyo soporte habitual no se basa en la fotografía. En el catálogo de los monumentos-galerías no podía faltar la sala de la Muralla, un recinto que conserva en los sotános de la sede de la DGA todo el encanto de una estancia medieval. Aquí, bajo el título 'Pieles de papel', cuelgan sus trabajos los participantes en el curso de fotografía de desnudos que se llevó a cabo en la pasada edición.