PROTESTA

Burbáguena no presentará listas electorales si no se restaura la iglesia

En una asamblea multitudinaria, los vecinos firmaron ayer un compromiso de renuncia.

El pabellón de las escuelas viejas estaba a rebosar.
Burbáguena no presentará listas electorales si no se restaura la iglesia
ESTíBALIZ CENTENO

Los vecinos de Burbáguena se comprometieron ayer con su firma a no presentarse en ninguna lista electoral en los próximos comicios municipales de 2011, mientras no se resuelvan los graves problemas que padece la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles y que ponen en peligro su integridad.


El Ayuntamiento de la localidad convocó a las ocho de la tarde una asamblea, en el pabellón de las escuelas viejas, a la que no faltó prácticamente nadie. De hecho, las 170 papeletas que se presentaron para formalizar el compromiso vecinal se agotaron en pocos minutos, y hubo muchas personas que no pudieron materializar el acuerdo con su firma, aunque sí con su presencia.


La promesa la encabezaron los representantes municipales de los propios partidos. La alcaldesa, Silvia Benedí, del PAR; el concejal del PP Lázaro Aparicio; el del PSOE, José Rodrigo; y el representante de CHA, Adolfo Villanueva. Todos ellos estudieron arropados por el párroco de la localidad, Héctor Abel, un sacerdote que tomó posesión de su cargo hace escasamente cinco meses.


La asamblea se desarrolló con agilidad. En una hora se tomaron todos los acuerdos y en ese mismo tiempo firmaron los vecinos. No hubo voces discrepantes.


Con la decisión de no presentar candidaturas a las elecciones, Burbáguena pretende echar un pulso a la Administración autonómica, sobre todo a la Dirección General de Patrimonio, a la que reclama que se habilite una partida presupuestaria para consolidar el templo, que está declarado Bien de Interés Cultural. Pero tampoco excluye al Obispado, propietario del inmueble, y a la Administración central.


Iglesia cerrada

El nuevo párroco apoyó la propuesta con su presencia. Una de las primeras medidas que se ha adoptado desde la Iglesia es cerrar el templo al culto por el grave riesgo de desprendimientos que presenta el edificio. Desde el pasado domingo, las ceremonias religiosas se vienen celebrando en la ermita que hace un tiempo se habilitó para este fin.


En Burbáguena confían en que la solución a su iglesia llegue antes de hacer efectivo su compromiso de no presentar listas electorales, que reconocen perjudicaría al pueblo.


La alcaldesa, Silvia Benedí, espera que los representantes de los partidos políticos se pongan en contacto con el Ayuntamiento para tratar de resolver la situación. "Confío en que la medida no se alargue y que la Administración se posicione lo antes posible. No obstante, hemos firmado para mantener nuestro compromiso firme", señalaba la primera edil.


El compromiso de la población ha sido remitido al Gobierno de Aragón, pero el Ayuntamiento está dispuesto a solicitar una reunión con las autoridades culturales de la DGA en el mes de septiembre.


El Ayuntamiento y los vecinos quieren con esta postura manifestar su preocupación porque "cualquier tipo de colapso o desprendimiento pueda provocar una tragedia". Según se indica en un comunicado, el Departamento de Patrimonio de la DGA, Obras Públicas y el Obispado tienen "la obligación de salvaguardar y proteger un edificio que está declarado Bien de Interés Cultural". Se agrega que el Ayuntamiento "no puede asumir el coste económico que significaría estabilizar y rehabilitar el edificio". Los representantes municipales afirman que pretenden dar a conocer a las autoridades su compromiso con el templo: "No vamos a hacernos responsables ni vamos a mirar hacia otro lado ante la desidia y el abandono que sufre la iglesia".


Informes técnicos

Los informes técnicos realizados sobre la estabilidad del templo no dejan lugar a dudas sobre el peligro de derrumbamiento. Un estudio realizado en 2008 por el Servicio Provincial de Cultura consideró que "como mínimo" deberían realizarse obras de consolidación estructural, y terminaba aconsejando "el cierre del edifico al uso público".


Por su parte, un informe encargado por el Ayuntamiento llegaba a parecidas conclusiones: "El edifico presenta un riesgo de moderado a alto en la seguridad estructural del mismo, recomendado el cierre al uso público mientras no se estabilice y repare estructuralmente".


A juicio de este técnico, la inestabilidad estructural es especialmente grave "en la zona de apoyo del cimborrio sobre la bóveda de cañón y los pilares. La iglesia, declarada BIC desde 2002, es un voluminoso edificio barroco que sufre las consecuencias de la humedad acumulada en el entorno y que ha terminado por afectar a los cimentos del templo. Las grietas que reflejan la precariedad de la estructura recorren la fachada principal y también las bóvedas interiores.