ESCAPE DE GAS

"Estábamos mareadas y un amigo de mi padre nos ayudó y avisó a la ambulancia"

Una madre y sus tres hijas residentes en Celadas permanecen hospitalizadas en el Obispo Polanco por la inhalación de gas butano procedente de un calentador de agua de su casa.

Zulica, en el centro, con dos hijas, en la habitación el hospital donde se recuperan de la intoxicación.
"Estábamos mareadas y un amigo de mi padre nos ayudó y avisó a la ambulancia"
J. E.

Dos de las cuatro mujeres marroquíes que resultaron intoxicadas en su casa de Celadas el pasado viernes debido a una inhalación accidental de butano, Zulica y su hija Auoatif, de 18 años, recibirán previsiblemente, mañana, lunes, el alta del hospital Obispo Polanco. Sin embargo, seguirán hospitalizadas las dos hijas pequeñas de Zulica, Fatima y Ahlam, de 12 y 8 años, respectivamente.

Fátima, que, al igual que su familia lleva poco tiempo en España y todavía no domina el idioma español, explicó en un castellano titubeante que las cuatro mujeres se encuentran "bien"y con ganas de regresar a su casa, situada enla plaza del Pilar de Celadas. La chica explicó que su hermana mayor no quiere ni siquiera esperar al lunes para volver a su domicilio.

La familia, de nacionalidad marroquí, solo lleva un año residiendo en España. Fátima, la más decidida a la hora de expresarse en español, recordó que el principal síntoma de la intoxicación que sufrían fueron los mareos que notaron en torno a las 17.00. A pesar de su malestar general, pudieron salir a la calle por su propio pie y pedir ayuda.

"Mi madre corrió a avisar a un amigo de mi padre que vive cerca de nosotros y él acudió a ayudarnos con su mujer", explicó la adolescente. El vecino y compatriota auxilió a las mujeres y se encargó de llamar por teléfono a las ambulancias para pedir ayuda médica.

Cuando se produjo la fuga de gas, el padre no se encontraba en casa. "Estaba trabajando en Teruel", apuntó la pequeña Ahlam desde su cama del hospital. De hecho no tuvieron oportunidad de comunicarse con él hasta que llegaron al hospital Obispo Polanco, done la madre y las tres hijas siguen ingresadas.

El alcalde de Celadas, Antonio Andrés, que visitó a las cuatro mujeres el viernes, a las pocas horas de que quedaran hospitalizadas, explicó que la vivienda que ocupa esta familia, de dos plantas, está en buen estado de conservación.

Combustible de un calentador

Según las primeras impresiones, el escape de gas butano que causó la intoxicación procedió de la bombona que alimentaba un calentador de agua. Mientras una de las hermanas se duchaba, la llama pudo apagarse y el combustible siguió saliendo y aumulándose en la casa.

Hasta la vivienda se desplazaron efectivos de la Guardia Civil, bomberos de la Diputación Provincial procedentes del parque de Teruel y ambulancias del 061 con personal sanitario. Según indicó un testigo, la casa presentaba un fuerte olor a butano cuando los vecinos llegaron para prestar ayuda. Afortunadamente, el gas no llegó a encenderse, lo que podría haber tenido trágicas consecuencias.

Las cuatro mujeres fueron atendidas por los servicios sanitarios junto a la casa antes de proceder a su traslado al hospital Obispo Polanco.

Una portavoz de la Diputación Provincial explicó que los bomberos llegaron a Celadas a las 17.05 alertados por un aviso del 112. Por entonces, las cuatro mujeres ya había sido evacuadas. Un guardia civil se había ocupado de desconectar y cerrar la bombona de butano para sacarla al balcón del primer piso antes de ventilar la vivienda.

Los bomberos inspecionaron la casa y comprobaron que no existía ningún otro escape de gas antes de dar por concluida su intervención para regresar al parque de Teruel a las 18.15. En la salida, participaron tres hombres con un vehículo.

La familia afectada por la intoxicación no es la única de origen marroquí que reside en Celadas, localidad cercana a Teruel donde también viven desde hace años otros compatriotas ocupados en distintas actividades.