BAJO ARAGÓN

La Ruta de los Íberos iniciará en julio una campaña de excavaciones en el Bajo Aragón

Profesores y alumnos de Arqueología investigarán tres yacimientos íbero-romanos de Alcañiz y Foz Calanda.

El arqueólogo Pierre Moret, junto a un grupo de alumnos en la zona 2 de El Palao de Alcañiz
La Ruta de los Íberos iniciará en julio una campaña de excavaciones en el Bajo Aragón
JAVIER ZARDOYA

La Ruta de los Íberos en el Bajo Aragón iniciará en apenas una semana una nueva campaña de excavaciones en los yacimientos de la zona. De hecho, en algunos, como el asentamiento de El Palao, cerca de Alcañiz, ya hace varias semanas que un grupo de alumnos de la escuela taller de Alcañiz continúan con los trabajos de consolidación. En esta fase los jóvenes, dirigidos por el profesor y arqueólogo de la Universidad de Toulouse Pierre Moret, están llevando a cabo un proceso para “hacer más perceptible las ruinas a todas aquellas personas que acudan a visitarlo”, explica Moret.


El Palao es un yacimiento arqueológico de gran importancia en el Bajo Aragón y que continúa arrojando sorpresas a los especialistas. Por sus propias características -enmarcado en la cima de un cerro que domina kilómetros de distancia- tuvo una ocupación desde el siglo VII antes de Cristo hasta el siglo III después de Cristo. Era un recinto fortificado y amurallado y fue completamente romanizado. “Seguramente siempre ha habido un poder político establecido aquí; era una de los centros poblacionales más importantes en distintas épocas”, asegura el investigador francés.


En época ibérica podían vivir entre 200 y 500 personas, cantidades que aumentarían hasta el millar en época romana. Una vez terminados estos trabajos de limpieza que están llevando a cabo los ocho alumnos de la escuela taller, se instalará un panel de interpretación para facilitar la comprensión al público.


El gerente del Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón, José Antonio Benavente, se mostró también “satisfecho” del desarrollo de los trabajos efectuados y apuntó que los jóvenes que participaban en la actividad consiguen de esta forma una formación para una futura salida profesional. “Estamos consiguiendo un equipo de arqueólogos importante”, asegura. Además, algunos de estos jóvenes forman parte del grupo de investigación íbera de reciente creación denominado ‘Ositanos’ y efectuarán próximamente el papel de guías en los diversos yacimientos.


Hace un par de años, durante una de las campañas de excavación, salieron a la luz restos del paño de esta muralla, que en su creación protegería la parte más alta de este poblado y que se encuentra en un cerro elevado. Posteriormente, se cree que fue cubierta intencionadamente al desaparecer el interés defensivo de este enclave. El enterramiento de la muralla y también parte de la depresión de esta colina supondría la creación de una plaza para dedicarla al comercio artesanal.


El yacimiento es conocido desde principios del siglo XX y ha sido objeto de distintas fases de excavaciones dirigidas por Bardavíu y Thouvenot en 1928 o Francisco Marco entre 1978-1985. En 2003 se inició la última fase de excavación que se prolonga hasta la actualidad. El Gobierno de Aragón otorgó recientemente una ayuda de 15.000 euros al Palao que se destinarán fundamentalmente a la consolidación y protección de estructuras exhumadas en los últimos años así como a sendas campañas de excavación.

Otras excavaciones


Las excavaciones de los yacimientos enclavados dentro de la Ruta de los Íberos también han llegado hasta el poblado de San Cristóbal, en la localidad de Mazaleón, en la comarca del Matarraña. En el asentamiento, datado entre el siglo VII y el VI antes de Cristo -época preibérica- se realizaron tareas arqueológicas para comprobar su estratigrafía. El encargado de los trabajos fue el arqueólogo del departamento del Gobierno de Aragón Luis Fatás, quien ya realizó una tesis doctoral sobre los materiales encontrados durante las excavaciones que llevaron a cabo varios arqueólogos catalanes durante las primeras décadas de comienzos del siglo XX.


En los últimos años, en el poblado de San Cristóbal han aparecido restos de importaciones fenicias y las últimas investigaciones han venido a demostrar que el asentamiento tuvo una destrucción violenta, ya que aparecen diversos niveles de cenizas y muros derruidos.


Este poblado es muy importante en el contexto de las investigaciones ya que posteriormente no fue romanizado, al contrario que ocurre con otros del Bajo Aragón. En esa época, el Imperio Romano modificó el eje de poder existente y este quedó fijado en la línea marcada por el valle del Ebro, de hecho es ahí donde surge la predominancia de los dos principales centros de poder: Cesaraugusta (Zaragoza) y la colonia de Celsa (en la actual localidad de Velilla de Ebro).


A lo largo del mes de julio también se llevará a cabo una campaña de excavación en el yacimiento de Mas de Moreno, en Foz Calanda, que continuará las ya realizadas en años anteriores. El arqueólogo de la Universidad de Burdeo, Alexis Gorgues, desembarcará junto a 12 estudiantes universitarios para proseguir con las investigaciones.


En este yacimiento, lo más destacable ha sido el descubrimiento de un taller alfarero del siglo II antes de Cristo, que fue utilizado por íberos y sobre el año 75 antes de Cristo pasó a poder romano. Se han encontrado sellos en el barro que contienen los nombres íbero ‘Ilturatin’ o el romano ‘Acini’. Gorgues califica este hecho de “realmente excepcional”, por lo que espera buenos resultados de la próxima campaña.

Un congreso en 2011

También está previsto en los próximos meses continuar realizando sondeos en el poblado de El Cascarujo, en Alcañiz, un asentamiento del que hasta la fecha se sabe muy poco. Los trabajos establecerán una cronología más exacta para posteriores excavaciones arqueológicas. En El Cascarujo fueron descubiertos unos túmulos funerarios que los investigadores calificaron como “muy interesantes” pese a haber sido expoliados y vaciados en épocas pasadas.


Para el mes de noviembre de 2011, el Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón está organizando un Congreso sobre ‘Iberos del Ebro’ en colaboración con un equipo de arqueólogos de las Universidades de Zaragoza, Tarragona, Barcelona y Toulouse, además de otras entidades como el Gobierno de Aragón, el Instituto de Arqueología Clásica de Tarragona o el Taller de Arqueología de Alcañiz, en el que se dará a conocer los resultados de las investigaciones sobre época ibérica realizadas en la zona en los últimos años.