CURSO DE RESTAURACIÓN

Cómo devolver el lustre a los libros antiguos del Palacio Episcopal

Un equipo de diez expertos han desarrollado un curso de restauración de encuadernaciones en Albarracín. La actividad está organizada por la Fundación Santa María dentro del programa de intervenciones en bienes muebles.

Los especialistas realizan un trabajo minucioso
Cómo devolver el lustre a los libros antiguos del Palacio Episcopal
HERALDO

eruel. El Museo Diocesano de Albarracín expondrá una muestra de los objetos recuperados en los cursos de restauración de bienes muebles que se vienen desarrollando desde hace una década por iniciativa de la Fundación Santa María.

La zona de la antigua despensa ubicada en los espacios domésticos de palacio episcopal se ha habilitado para reunir exposiciones temporales con las piezas rescatadas por restauradores.


Entre los primeros objetos que se podrán ver figuran dos obras recientemente recuperadas en el curso de encuadernaciones que ha terminado este fin de semana. Se trata de un libro de fábrica de la parroquia de Santiago, fechado entre los años 1802 y 1850;_y otro de la cofradía de San Francisco, que recoge información desde el siglo XVIII hasta principios del XX.


En el curso han participado diez especialistas, procedentes de ciudades tan dispares como Sevilla, Madrid, Asturias, Salamanca o Barcelona, dirigidos por Ninfa Ávila, técnica en restauración del Instituto del Patrimonio Cultural de España.


La profesora señaló que las dos publicaciones restauradas, realizadas en pergamino y con encuadernación de cartera, son singulares “por su estructura y porque forman parte de la historia de Albarracín, y de ellas se pueden nutrir futuros investigadores”.

El libro de la cofradía de San Francisco, por ejemplo, recoge acuerdos de esta institución y los nombres y datos de todos los cofrades. El de la parroquia de Santiago es un libro de cuentas de este templo, en donde se hace referencia a todos los gastos e ingresos del templo. Este tipo de actividades eran realizadas por el rector fabriquero y los datos supervisados posteriormente por el obispo, cuyas anotaciones salpican los márgenes del libro. Se refleja una interesante aportación histórica, de principios del siglo XIX, en la que el obispo se refiere a la inversión empleada en la fabricación del órgano de Santiago y al trabajo de los maestros organistas.


Ninfa Ávila señaló que las publicaciones están escritas con tinta metaloácida, un material que, según dijo, “se oxida con el tiempo y puede llegar a perforar el papel”. En estas obras, no obstante, no sucede y de hecho presentan buen estado de conservación.

“El libro de fábrica únicamente tiene roto el hilo de la costura y, por lo tanto, algunos cuadernillos están sueltos”, indicaba la restauradora.

Atípica encuadernación

El elemento más singular de los libros es el tipo de cosido -de archivo- que, según Ninfa Ávila, es muy primitivo y anterior a la época a la que corresponde la encuadernación de pergamino, propia del siglo XIX. “Es la primera vez que encuentro una estructura que ha combinado estas dos labores tan dispares”, ndicaba. “Resulta curioso y nos gustaría saber por qué el artesano optó por estas técnicas”, agregó la directora del curso.


Los dos libros se pueden leer y no registran pérdidas de escritura.


El programa de intervención desarrollado en el curso ha incluido el desmontaje de la obra, la reintegración de zonas perdidas e injertos. Para ampliar conocimientos, se han realizado estudios y prototipos de diferentes encuadernaciones medievales islámicas que no están en Albarracín.


Pinturas murales. Con un curso sobre pintura mural, que se impartirá a partir de mañana, termina la primera parte del ciclo de los cursos de restauración promovidos por la Fundación Santa María de Albarracín. El gerente de la institución cultural, Antonio Jiménez, señaló que esta actividad, que va a cambiar de coordinador, tendrá este año un enfoque “mucho más práctico”.

Los trabajos se centrarán en las pinturas murales de la catedral de Albarracín, un estudio ya abordado el año pasado. En este caso, se incidirá en los arranques de las pinturas más recientes.

La decoración de la Parroquieta, una de las capillas adosadas al claustro de la catedral, será asimismo objeto de una intervención por parte de los especialistas.


Centro de restauración. La recuperación de un peirón medieval del siglo XIV en la localidad oscense de Torrelabad figura entre los próximos cometidos del centro de restauración adscrito a la Fundación Santa María de Albarracín. Se basará en el trabajo de piedra.


Otros proyectos que ejecutará el centro de restauración son la recuperación de la escultura que preside la fuente de Pozondón, así como el Cristo Yacente de Lidón.