TERUEL

Las vivencias de los ancianos, en un documental

Un grupo de ancianos del asilo, con el musicólogo.
Las vivencias de los ancianos, en un documental
JORGE ESCUDERO

Juana Tena fue la primera del numeroso grupo de ancianos del Hogar San José de Teruel que se lanzó a cantar con voz quebrada una jota de letra antigua. Su intervención, grabada ayer por un equipo de investigadores del campus universitario de Teruel, forma parte del proyecto 'Memoria viva', que promueve el Seminario de Arqueología y Etnología de Teruel (Saet), dependiente de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, y que comenzó en las instalaciones de la residencia de ancianos.

"Queremos crear un documento vivo, recuperar las vivencias y los recuerdos de unas personas que, por estar en una edad crítica, se perderán si no ponemos remedio", señalaba el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza y director del Saet, Francisco Burillo.

La iniciativa surgió de la mano del coordinador del proyecto, el musicólogo José Palomar, quien junto con Burillo concibió originariamente su propuesta centrada en la búsqueda de material musical; de los romances que únicamente se conservan en la tradición oral. Se pretendía rescatar una actividad que llevó a cabo el Seminario de Arqueología y Etnología a principios de los años ochenta basada en la elaboración de documentales, entonces rodados en formato de ocho milímetros, sobre ritos, dances u oficios de la provincia de Teruel.

"En principio buscábamos solo romances, pero la mayoría de las veces los informantes no los pueden desvincular de sus vivencias personales, así que decidimos incluir en nuestros documentales todo tipo de información", explicó José Palomar.

La metodología actual difiere sustancialmente de la de hace más de veinticinco años. Palomar recuerda que entonces recorría los pueblos de la provincia cargado con un "magnetofón". "Con él llegué a grabar entre 70 y 100 cintas", agrega. Ceñir ahora el trabajo de investigación al asilo Hogar San José de Teruel les permite acceder a una importante fuente de información sin salir de un mismo recinto. "La idea -subrayaba Burillo- es proseguir con este modelo de intervención en otras residencias de ancianos".

También es significativo el cambio experimentado con los sistemas tecnológicos. El Saet filma ahora con un equipo de alta definición, en formato digital, y los documentos se graban con los ancianos tanto de forma individual como en grupo. "Pretendemos generar en la Universidad un archivo de memoria documental y viva, de manera que sea un legado abierto a otros investigadores", señalaba Francisco Burillo.

Las grabaciones se llevarán a cabo con ancianos que superen los ochenta años, porque son los protagonistas de una generación cuyas costumbres y tradiciones ya se han perdido.