INFRAESTRUCTURAS

La travesía de Villel recupera los dos carriles tras 15 días de obras para reparar un talud

Los trabajos para reconstruir la carretera, cortada desde hace dos meses, han costado 16.000 euros.

El tráfico se ha restablecido en la travesía de Villel, que ha estado dos meses con un solo carril.
La travesía de Villel recupera los dos carriles tras 15 días de obras para reparar un talud
ANTONIO GARCíA

La travesía de Villel, que ha permanecido más de dos meses con un solo carril para el tráfico al derrumbarse uno de los muros de protección del contiguo cauce del río Turia, ha recuperado la normalidad. Las obras que el Ministerio de Fomento ha venido realizando en las últimas semanas han permitido que este tramo de la carretera Nacional 330, a medio camino entre Teruel y Cuenca, disponga de nuevo de una vía para cada sentido de la circulación.

Los trabajos han consistido en la reposición del muro, antes de cemento, con piedras de escollera. Con la misma técnica se ha reforzado la otra orilla del río. La actuación, que se ha llevado a cabo con carácter de urgencia en unos 15 días, ha precisado de una inversión de algo más de 16.000 euros.

El desprendimiento de la pared del río se produjo a principios de año debido a las persistentes lluvias y nevadas que se registraron en toda la provincia. De hecho, el comienzo de la reparación tuvo que retrasarse durante semanas ante el abundante caudal que presentaba el río Turia y que hacía imposible instalar en su cauce la maquinaria pesada con la que había que trabajar. Aun con todo, los trabajos han tenido que desarrollarse con un caudal de más de un metro y medio de altura.

En el menor tiempo posible

Desde Fomento señalaron que las labores de reposición del muro "han sido muy complejas" y que se han realizado en el menor tiempo posible, teniendo en cuenta las condiciones especiales del terreno. La travesía de Villel discurre pegada al cauce el Turia y carece de arcenes, lo que aumenta la peligrosidad de esta vía tanto para los conductores de vehículos como para los peatones. Al derrumbarse, el talud arrastró consigo parte del terreno que daba soporte a la travesía y por ello hubo que dejar sin utilidad uno de los dos carriles dando paso alternativo al tráfico por el otro mediante semáforos.

El alcalde de Villel, Faustino Mínguez, quien en su día denunció la tardanza del Ministerio de Fomento en acometer la reparación del muro del río, admitió ayer que "ha quedado todo mucho mejor que antes; más reforzado y más seguro". Añadió que la población "está muy satisfecha" y que, por fin, la travesía vuelve a tener dos carriles.

Mínguez explicó que la población utiliza mucho la parte de la carretera afectada por el desprendimiento, pues muy cerca se encuentra el consultorio médico y también alguno de los bares de la localidad, en la que viven 400 vecinos.

El incidente pone de relieve las deficientes condiciones que presenta la N-330 entre Teruel y Cuenca a pesar de ser la única vía de comunicación entre ambas capitales de provincia. La carretera, por la que al día pasan un centenar de camiones, cruza varios núcleos urbanos y es muy sinuosa. Uno de los principales problemas es que carece de arcenes, lo que provoca que con frecuencia los vehículos se salgan de la vía al coincidir dos ellos en alguna de las muchas curvas.

Es por ello que la población viene reclamando la mejora de la carretera, de manera que se eliminen las peligrosas travesías urbanas y se construya un trazado más recto. Sin embargo, el proyecto de construcción del tramo de la autovía A-40 entre Teruel y Cuenca a punto estuvo en 2008 de ser olvidado al emitirse una declaración de impacto ambiental negativa para el estudio informativo realizado en Aragón. El documento se está redactando de nuevo desde la Comunidad de Castilla-La Mancha.