MEDIO AMBIENTE

Los pueblos afectados por el fuego de Corbalán piden fondos para cuidar el bosque que se salvó

Reclaman empleo para sus vecinos en los planes de regeneración de esta zona quemada, valorados en 3,7 millones.

Las empresas madereras usan mulos para sacar los troncos aprovechables de las zonas quemadas.
Los pueblos afectados por el fuego de Corbalán piden fondos para cuidar el bosque que se salvó
A. GARCíA

Los alcaldes de los pueblos afectados por el incendio de Corbalán del pasado julio reclamaron ayer al director general de Gestión Forestal de la DGA, Alberto Contreras, que los trabajos de limpieza y restauración de la zona quemada se realicen, prioritariamente, con personal de las localidades afectadas. Además, solicitaron fondos para el cuidado y la prevención de incendios forestales en el bosque que se libró del fuego. El alcalde de Corbalán, Vicente González, advirtió de que los ayuntamientos no quieren "que se deje de la mano el monte que se salvó, que sigue siendo un recurso básico para los pueblos".

El director general presentó en una reunión mantenida en Peralejos con los alcaldes de esta localidad y de las vecinas Corbalán, Cuevas Labradas, El Pobo y Cedrillas los planes de intervención en esta zona, donde resultaron calcinadas 1.053 hectáreas de pinar. La inversión prevista asciende a 3,7 millones de euros, de los cuales 2,1 se ejecutarán entre 2009 y 2010. La retirada de madera y contención de la erosión están ya muy avanzadas debido, sobre todo, a la buena accesibilidad. Este año se procederá, además, a la replantación de 68 hectáreas quemadas de difícil regeneración espontánea. También está prevista la apertura de 10 kilómetros de nuevos cortafuegos.

El alcalde de Cedrillas y presidente de la Comarca Comunidad de Teruel, José Luis López, señaló que la respuesta de la DGA en la zona ha sido rápida y eficaz, pero recalcó la necesidad de cuidar el resto de los montes de los pueblos afectados. Vicente González señaló que el fuego ha destruido el principal recurso que utilizaban los ayuntamientos para cuidar el bosque. A su juicio, debería habilitarse un fondo especial con el que los consistorios puedan mejorar los bosques supervivientes.

El plan de regeneración de las zonas afectadas por el fuego el pasado verano en Aragón -que comprende las 12.000 hectáreas arrasadas en Teruel- se prolongará hasta 2017 y supondrá una inversión de 53 millones de euros. El presupuesto se desglosa en una primera fase de 39 millones de euros a ejecutar entre 2009 y 2017 y una segunda de 13 millones que se desarrollará a partir de 2012 en función de la revegetación espontánea de los montes.

Alberto Contreras anunció que, a lo largo de 2010, 500 personas trabajarán en las zonas calcinadas de toda la Comunidad, entre personal de la DGA y de empresas contratadas para labores de silvicultura y madereras. El director provincial de Medio Ambiente, José Antonio Gómez, destacó el cambio de la situación laboral a raíz de la crisis: "Hace pocos años no encontrábamos personal para las brigadas forestales y ahora hay una larga lista de espera para incorporarse".

La retirada de la madera quemada es la primera medida. Según una estimación del Departamento de Medio Ambiente, se han subastado 750.000 metros cúbicos procedentes de los incendios. Este volumen ha hundido los precios, que oscilan entre 3 y 9 euros por tonelada, en función de la calidad de los troncos.

La regeneración incluye el astillado sobre el terreno de los restos sin utilidad comercial, la construcción de fajas con restos del incendio para evitar la erosión y la reforestación, que se realizará cuando se constate que la regeneración natural no es suficiente.

Alberto Contreras señaló que los trabajos avanzan más deprisa en los montes de titularidad pública, especialmente si es propiedad de la DGA, porque en el resto la Administración solo puede actuar con permiso de los propietarios. Contreras manifestó, no obstante, su compromiso de retirar la madera quemada de las fincas particulares con autorización. Entre las acciones previstas en el plan de regeneración, figura también la utilización de la ganadería extensiva para limpiar de maleza los cortafuegos.

El director general explicó que la DGA ha tomado nota de los incendios del pasado verano para mejorar el dispositivo de prevención y extinción. Recordó que el Departamento de Medio Ambiente celebró una reunión con más de 50 técnicos en esta materia para sacar conclusiones de lo sucedido el pasado mes de julio en Teruel, cuando "se dieron circunstancias adversas que no se daban desde hacía años".

Los incendios se desataron de forma simultánea a raíz de una tormenta seca. El fuego se vio avivado por la sequedad del ambiente, las altas temperaturas y por el fuerte viento.