PATRIMONIO

Valderrobres restaurará sus leones de piedra del puente del Matarraña

Las esculturas, del siglo XIV, se mostrarán en el museo que se pondrá en marcha en la iglesia. En su lugar, se colocarán el próximo año dos reproducciones hechas en arenisca.

Técnicos de la Escuela de Conservación de Huesca, encargados de llevar a cabo las restauraciones, extrajeron ayer los leones
Valderrobres restaurará sus leones de piedra del puente del Matarraña
A. RIVERA

Los pedestales que flanquean el Arco de San Roque que da acceso a la plaza de España de Valderrobres han visto cómo sus dos leones de piedra han sido levantados con el objetivo de ser sometidos a un profundo proceso de restauración. La iniciativa ha sido promovida por la Asociación Cultural para la Recuperación del Patrimonio de Valderrobres (Repavalde).


Las tareas de extracción han correspondido a la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Aragón, con sede en Huesca. El Departamento de Escultura, cuya responsable es la profesora Elena Aguado, será el encargado de realizar las pertinentes actuaciones sobre las esculturas. No obstante, Aguado explicó que no podrán decidir cuáles serán esas acciones hasta "estudiar muy bien ambas piezas para conocer el alcance de las patologías". A simple vista, la profesora destacó los líquenes que recubren las piezas, la pérdida de volumen y desgaste y el biodeterioro causado por agentes ambientales.

Los leones serán trasladados a Huesca, y allí permanecerán durante un periodo no superior a un año. "No vamos a correr -incidió Elena Aguado-. La pieza manda, y queremos trabajar con ella con todo el rigor". Cuando las esculturas regresen a Valderrobres, serán musealizadas en el área de exposiciones del tercer tramo de la iglesia, junto con otras piezas de gran valor recuperadas durante la restauración del templo entre 2006 y 2009. Por su parte, José Miguel Abril, un escultor alcañizano, se encargará de realizar, en cuanto lleguen los leones restaurados, reproducciones en piedra arenisca del aspecto original que debieron tener las estatuas. Unos trabajos que tendrán un coste de 3.000 euros, sufragados por Repavalde. Serán estas piezas las que ocupen los pedestales vacíos a partir del año que viene.


Antonio Monfort, secretario de la asociación, explicó que el contacto con la Escuela se produjo a través del Gobierno de Aragón durante una reunión mantenida en octubre. A su juicio, la restauración no debía posponerse por más tiempo dado el "lamentable estado en que ambos leones se encuentran". Estaban expuestos al sol, en una zona de fuertes corrientes de aire y sufriendo grandes dosis de humedad y variaciones térmicas. Además, su accesible situación ha provocado actos de vandalismo, tales como pintadas e incluso la mutilación de una de las cabezas, que en cualquier caso se conserva en las dependencias consistoriales.


El jefe de estudios de la Escuela, Guillermo Torres, incidió en que los trabajos servirán para dar a conocer a los 90 alumnos con que cuentan cómo acometer un proceso de conservación. De esta forma, la elección de la escuela oscense responde a un doble objetivo: fines didácticos y la reducción de costes. De hecho, según apuntó Joaquín Gil, miembro de la junta de Repavalde, tras valorar varias opciones, al final se decantaron por la Escuela de Conservación porque la restauración será gratuita. La asociación sólo deberá costear los materiales empleados y el desplazamiento de los leones, tarea ésta que será realizada por Isaías Estecha, artesano valderrobrense especializado en el trabajo de la piedra.


Las dos piezas, originalmente, estaban situadas en la 'Sala de los Leones' del castillo valderrobrense. Así lo atestigua un documento notarial de Salvador Avizanda fechado en el año 1532. El escrito repasa el estado en el que se encontraba la fortaleza durante la visita realizada por los arquitectos Juan de Gali y Juan de la Mica. Esa sala estaba situada en la segunda planta. Ambos leones delimitaban un espacio que se utilizaba para la recepción de las visitas del arzobispo don García Fernández de Heredia, principal mecenas del castillo. Por lo tanto, desde la asociación atribuyen a las esculturas una cronología a caballo entre el siglo XIV y el siglo XV. En tiempo indeterminado y por circunstancias hoy desconocidas las esculturas fueron trasladadas a su ubicación actual.