Veinticinco núcleos de población de Gúdar-Javalambre, en riesgo en caso de fuego forestal

Un estudio cartográfico realizado por encargo de la Diputación Provincial en dos zonas de la comarca de Gúdar-Javalambre para la prevención y la lucha contra el fuego ha puesto de manifiesto la existencia de 25 núcleos de población con riesgo potencial de ser pasto de las llamas en caso de incendio.

La cartografía digital ha inventariado esos núcleos compuestos por edificaciones habitadas en contacto con el medio forestal, a los que el estudio denomina 'interfaces', así como los elementos que favorecen o impiden la propagación de las llamas y las medidas de protección que ya existen en estas zonas.

Las áreas seleccionadas se centran en los barrios de Olba, donde se han contabilizado 16 grupos de población; y en la urbanización El Solano de Alcalá del la Selva, con nueve. En ambos casos, los núcleos están especialmente sumergidos en la vegetación. Es precisamente esta característica la que las hace potencialmente peligrosas ante la amenaza del fuego, un riesgo que se pudo constatar en los siniestros del pasado verano, según señaló el técnico y jefe del equipo de incendios de la Dirección Provincial de Medio Ambiente, Fernando Lapesa, y que ha influido en la elaboración de los planos. Lapesa señaló que en esos desastres, que afectaron a una amplia zona del Maestrazgo, Cuencas Mineras o Andorra, se registraron "problemas de evacuación y de afección a núcleos urbanos".

La elaboración de la cartografía digital forma parte de las acciones planteadas dentro del programa europeo Interreg Pyrosudoe que lleva a cabo la Diputación Provincial de Teruel junto a seis instituciones más de España, Francia y Portugal. Se trata de un documento que servirá como herramienta básica en la lucha y prevención de los incendios forestales.

En principio, se han elegido como zonas piloto estos dos territorios de Gúdar-Javalambre, pero en los próximos meses este estudio cartográfico se extenderá a la comarca del Matarraña, otra de las áreas de la provincia que presentan una mayor concentración de núcleos urbanos insertados en los bosques. La incidencia del sector turístico ha hecho que cada vez se recuperen más masías como segunda residencia o como hoteles rurales.

Como conclusión, Lapesa sostiene que el abandono de tierras de cultivo conlleva una mayor tendencia a que surjan incendios cada vez de mayores proporciones. "Está provocando -dijo- que haya un avance de la vegetación hacia las edificaciones y el turismo propicia más urbanizaciones en el medio natural, lo que entraña un riesgo".