BODAS DE ISABEL

Ciento cincuenta jaimas y doscientos puestos de venta recrean la época de los Amantes

Los comerciantes del mercado medieval, preocupados por la previsión meteorológica, que augura mal tiempo.

Ciento cincuenta jaimas y doscientos puestos de venta recrean la época de los Amantes
Ciento cincuenta jaimas y doscientos puestos de venta recrean la época de los Amantes
HA

El Centro Histórico de Teruel y las zonas contiguas del Ensanche fueron durante toda la jornada de ayer un hervidero de gentes que se afanaban para montar los 190 puestos del mercado medieval y las 142 jaimas de los grupos que durante los próximos tres días recrearán oficios, familias y órdenes militares medievales durante la fiesta de Las Bodas de Isabel de Segura. Unas cinco mil personas vestidas de época participarán de uno u otro modo en la escenificación callejera de la leyenda de los Amantes, que ayer inició su andadura pasada por agua.

 

Desde primera hora de la mañana artesanos y comerciantes tomaron posiciones en las calles y plazas donde, a partir de hoy, se puede disfrutar del mercadillo medieval. Juguetes, artesanía y gastronomía constituyen los platos fuertes de la oferta comercial, que se complementa con la actividad de algunos talleres artesanales. El número de puestos se ha incrementado en veinte respecto a la edición de 2009.

 

El coordinador del mercadillo, Antonio González, explicó que este año se ha reforzado la presencia de puestos de venta en el Ensanche, sobre todo en la calle José Torán, con el propósito de dar "continuidad" al espacio en el que se desarrollan las actividades de las Bodas. Aunque el programa se concentra en el Centro Histórico, también se prolonga en escenarios del Ensanche, como el parque de Los Fueros y en el solar de Cofiero; en el primer espacio se invita al público a degustar carne asada de la raza bobina Serrana de Teruel y, en el segundo, se recreará mañana una batalla medieval.

 

El montaje se desarrolló sin incidentes de relevancia. Los comerciantes, que sabían antes de llegar a Teruel la zona a la que habían sido asignados, confían en un buen resultado económico de la feria medieval, a pesar de la crisis y de la preocupación por la meteorología adversa. De hecho, la lluvia hizo acto de presencia al anochecer y, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología, reaparecerá durante el fin de semana; sobre todo el domingo -con 85% de probabilidad de precipitaciones-.

 

Israel Lillo, tras completar el montaje de su puesto de golosinas en La Glorieta, reconoció que el mal tiempo es su principal "preocupación". Lillo, que lleva seis años acudiendo a Las Bodas desde Tarragona, espera que "la crisis no afecte demasiado a las ventas". "Con repetir el negocio del año pasado nos conformamos", concluyó.

Alex, que, procedente de Toledo, regenta un puesto de juguetes artesanales de madera, aspira a que las ventas no acusen la recesión económica. Además, este año su empresa, instalada junto a la Fuente de Torán, ha ampliado la oferta, que en 2009 se limitó a escudos heráldicos.

 

Más complicados fueron los preparativos de los 142 grupos medievales que cuentan con jaimas. Su montaje, que no empezó hasta la tarde, se vio muy entorpecido por la lluvia. El presidente de la Federación de Grupos Medievales, Juan Carlos Cruzado, explicó que las labores de descarga de materiales y el despliegue para levantar las carpas congestionaron el centro de la ciudad.

 

Los dos nuevos grupos surgidos este año -'Merceros y buhoneros' y 'Caldereros'- han instalado sus carpas en el entorno de la plaza de Toros. Ante la falta de espacios en el Centro Histórico para nuevas sedes de grupos, las jaimas se tienen que desplazar al entorno del coso taurino.

Certificado de calidad

La gerente de la Fundación de las Bodas de Isabel de Segura -entidad organizadora de la fiesta-, Raquel Esteban, reconoció que la actividad de montaje fue frenética. Esteban señaló que, desde el montaje al resultado final de la dramatización, tendrán repercusión en la consecución del marchamo de calidad ISO 9001 que pretende la fiesta y que se ha convertido en el principal reto para esta edición. Aunque el proceso supondrá un trabajo añadido y "mucho papeleo", consideró que conseguir el marchamo de calidad "valdrá la pena".