TERUEL

El Bajo Aragón sufre una nueva oleada de robos en viviendas, comercios y pisos

Al menos siete robos se han llevado a cabo en durante los últimos 10 días. La Guardia Civil sólo pudo frustrar uno

José María Soriano muestra los desperfectos de su masico tras el intento de robo.
El Bajo Aragón sufre una nueva oleada de robos en viviendas, comercios y pisos
manu brea

ALCAÑIZ. Los ladrones vuelven a actuar con fuerza en el medio rural. En esta ocasión, centraron su atención en la localidad de Alcañiz donde, el pasado jueves día 26, asaltaron una de las casas de un bloque de viviendas de la calle Ramón J. Sender de la localidad.

Fue la vecina de enfrente quien dio la voz de alarma al ver que el bombín se encontraba en el suelo, partido por la mitad. El allanamiento se produjo sobre las 13.30, mientras la pareja de propietarios se encontraba en su lugar de trabajo. Los asaltantes se llevaron como botín todo lo que encontraron a su paso: mantelería, ropa, vajilla... Hasta tuvieron tiempo de rebuscar entre las pertenencias para descubrir un joyero, que se encontraba vacío.

Un par de días antes, en la avenida de Aragón de la localidad, otros vecinos se veían en la misma situación. Su casa fue desvalijada por completo a plena luz del día. En esta ocasión, como sólo había un piso por planta en el edificio, los propietarios no descubrieron el robo hasta llegar a su vivienda. Una vez más, los asaltantes forzaron la puerta sin que nadie se diera cuenta del 'trabajo' que estaban llevando a cabo.

No es la primera vez que los ladrones asaltan domicilios alcañizanos para sustraer las pertenencias de sus dueños. Un joven de 20 años fue detenido el pasado mes de noviembre, acusado de ser el autor de los ocho allanamientos con robo que se llevaron a cabo el 19 de octubre en un bloque de edificios del Camino de la Estanca de Alcañiz.

Las pruebas reunidas por el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Alcañiz y el laboratorio de criminalística de Teruel apuntaban a que el joven había entrado el domicilio de ocho vecinos mientras dormían, para extraer de sus casas el dinero en metálico y los móviles que estaban a mano.

Además de los pisos, los ladrones también han actuado en algunos masicos de la zona, como en el caso de José María Soriano. Un vecino de este alcañizano llamó a la Guardia Civil el pasado sábado 21 a las 22.30 porque oía ruidos y veía luces en la propiedad de Soriano.

Cuando los agentes de seguridad llegaron, descubrieron a dos hombres de nacionalidad polaca robando en el masico. El más joven logró escapar; pero el mayor, suegro del primero y conductor en la operación, fue detenido y la Guardia Civil se incautó del vehículo que iban a utilizar para la huida.

La pareja de asaltantes había entrado a la propiedad practicando un agujero en la malla que la rodeaba. Al interior de la vivienda accedieron rompiendo una persiana y su intención era desvalijar por completo la casa.

"En el suelo de la cocina, había varias bolsas con la vajilla, la comida que había dentro de la nevera, las ollas... se iban a llevar hasta el salero y las vinagreras", recordó Soriano, dueño de la propiedad. Otras pertenencias de la familia como una televisión Sony, un ventilador, un radiocassette o una casa de muñecas también se hallaban en su botín.

Tampoco los comercios se han salvado de esta nueva oleada de robos. Dos bares han sido saqueados en Alcañiz y un tercero en Híjar (Bajo Martín).

El más reciente tuvo lugar la madrugada del sábado 28 al domingo 29 en Híjar. Los ladrones saquearon el bar Chicote de la localidad, robando todo el dinero de las máquinas tragaperras, así como la caja registradora del local. A pesar de su actuación, los asaltantes, apenas causan destrozos durante su actuación.

Sin embargo, no todos son tan cuidadosos. El fin de semana anterior, en la madrugada del viernes 20 al sábado 21, una banda organizada causó numerosos destrozos en el bar Wimpi de Alcañiz para sustraer alrededor de 3.000 euros de las máquinas destinadas al juego. También se llevaron el contenido de la caja de cambios.

Al día siguiente, la madrugada del domingo al lunes, fue el turno del bar Draco, también de Alcañiz. Los ladrones destrozaron las máquinas tragaperras para acceder a su contenido y se llevaron los 3.000 euros que guardaban los propietarios en una caja de seguridad.