TERUEL

Una nueva técnica podría reciclar el 80% de la basura que va al vertedero

El Ayuntamiento de la capital y el Consorcio que explota el vertedero estudian la propuesta.

El proyecto que estudia el Ayuntamiento permitiría reciclar los plásticos que se vierten con la basura
Una nueva técnica podría reciclar el 80% de la basura que va al vertedero
A.G.

El volumen de residuos domésticos que recibe diariamente el vertedero supramunicipal de Teruel -donde van a parar las basuras de la capital y de seis comarcas- se podría reducir en un 80%, según el proyecto presentado al Ayuntamiento y al Consorcio de la agrupación número 8 por el grupo empresarial MBI, con sede en Zaragoza, que permitiría reciclar la mayor parte de los vertidos mediante una novedosa técnica.

 

La propuesta, que se encuentra en una fase inicial de tramitación, consiste en la construcción de una planta de tratamiento junto al basurero de la capital en la que separarían los componentes reciclables, como plásticos o latas, y se reutilizarían los restos orgánicos como materia prima para elaborar abono. El pasado mes de junio, los promotores del proyecto presentaron sus planes al alcalde de Teruel, Miguel Ferrer, que, a su vez, los trasladó al Consorcio número 8. Este organismo gestor de la recogida de basuras en seis comarcas turolenses trató el asunto en su última junta de gobierno, celebrada la pasada semana, aunque sin tomar ninguna decisión al respecto.

 

Miguel Ferrer señaló que, de dar buen resultado, la innovadora propuesta de reciclado podría dar mucho "valor añadido" a los residuos domésticos que actualmente se entierran en el vertedero. Además, el menor volumen de vertidos alargaría la vida útil del basurero de la capital.

 

El alcalde reconoció, no obstante, que se trata de un proyecto "experimental" y que su eficacia está todavía por comprobar. La propuesta empresarial plantea una planta piloto en el vertedero de Teruel, seleccionado por sus dimensiones intermedias, que generaría entre 8 y 10 empleos directos. La actividad se desarrollaría en una nave de unos 2.000 metros cuadrados que, preferentemente, se levantaría en los terrenos situados dentro de la zona acotada para el vertedero. De este modo se evitarían desplazamientos a larga distancia para depositar los materiales irrecuperables.

 

La tecnología a aplicar está pendiente de patentar dado su carácter novedoso. Esta circunstancia hace también que la información disponible al respecto sea muy escasa, incluso en la propia Administración. Según explicó Miguel Ferrer, la empresa, aunque de capital aragonés, se apoya en investigaciones desarrolladas por la Universidad de Murcia.

 

El alcalde admitió, no obstante, que la viabilidad de esta iniciativa está condicionada a que demuestre su inocuidad para el medio ambiente y consiga los correspondientes beneplácitos de la Administración ambiental. Según explicó, de momento, este sistema solo se ha probado con pequeños volúmenes de residuos y sería Teruel la primera experiencia industrial.

 

También la directiva del Consorcio de la Agrupación número 8 -que aglutina a 180 municipios de seis comarcas- recibió con cautela la propuesta de MBI, que quedó sobre la mesa. Cualquier pronunciamiento al respecto quedó condicionado a la recepción de información complementaria sobre el sistema de funcionamiento de la planta, sus posibles emisiones e impacto ambiental. El proyecto, que precisaría de una conducción de agua y de suministro eléctrico, produciría como principal vertido lixiviados -residuos líquidos resultantes de la descomposición de basura orgánica-.

 

Según explicó Ferrer, el Departamento de Industria ha mostrado interés por esta propuesta y estaría dispuesto a participar en su desarrollo si sigue adelante. Más escéptica se mostró la Consejería de Medio Ambiente.