EDUCACIÓN/TERUEL

Patrimonio autoriza vallar parte de la plaza de Las Monjas para dotar de patio a un colegio

El Juan Espinal, con 172 niños, solo tiene 330 metros cuadrados de recreoLa reforma obliga a trasladar la estatua de Anselmo Polanco y la fuente central

La fuente central, en primer término, y la estatua del obispo Polanco, al fondo, cambiarán de ubicación
Patrimonio autoriza vallar parte de la plaza de Las Monjas para dotar de patio a un colegio
A. G.

El colegio público Juan Espinal de Teruel contará en el segundo trimestre del curso con un patio de dimensiones y características ajustadas a las necesidades del centro, que actualmente utiliza un espacio del Seminario cedido por el Obispado, pero que no reúne las mejores condiciones y que obliga a los escolares a salir a la calle para disfrutar de las horas de recreo. El dictamen favorable de la Comisión del Patrimonio Cultural celebrada ayer garantiza la inmediata ejecución del proyecto para acondicionar un espacio de 600 metros cuadrados de patio en la contigua plaza de Cristo Rey o de Las Monjas.

 

El director general de Patrimonio Cultural, Jaime Vicente Redón, afirmó que la aprobación se concedió ayer "sin problemas", tras una anterior propuesta fallida del Ayuntamiento. El proyecto abarca toda la plaza de Las Monjas y se divide en dos fases, la primera de las cuales acondicionará el patio de recreo del Juan Espinal con la delimitación de un recinto con vallas metálicas y de obra. Además, se instalarán farolas y mobiliario urbano y se plantarán árboles.

 

El vallado será móvil, lo que permitirá la utilización del recinto escolar por los ciudadanos con normalidad, salvo durante las horas de recreo, cuando quedará reservado para los escolares. Las vallas metálicas se podrán retirar en caso de necesidad para despejar la plaza, por ejemplo en las fiestas de Los Amantes o La Vaquilla.

 

La reforma comportará el traslado del monumento al obispo Anselmo Polanco, una obra de Juan de Ávalos que quedaría englobada en el futuro patio. El Ayuntamiento estima que la escultura puede resultar peligrosa para los niños que jueguen alrededor, y que podría resultar dañada. Su futuro emplazamiento -dentro o fuera de la plaza- será negociado con el Obispado.

 

La inversión en la primera fase asciende a 60.000 euros, cofinanciados por la Consejería de Educación y el Ayuntamiento. Quedará pendiente una segunda fase, que se acometerá, previsiblemente, en 2010 y que afectará al resto de la plaza, de donde se retirará la fuente central, muy cuestionada.

 

La habilitación del patio acabará con las estrecheces y carencias de los recreos actuales. Los niños utilizan en las horas de juego un recinto al que se llega a través de una calle y que, según cuenta el director del Juan Espinal, Guillermo López, "no tiene servicios ni agua potable; es muy sombreado y, en invierno, es frío como una nevera". Además, el acceso se realiza a través de escaleras que pueden resultar peligrosas. El colegio, con 172 escolares, solo tiene un patio propio, de 380 metros cuadrados y en el que solo caben los niños más pequeños.

 

Aunque la mejor solución sería, según López, que el colegio dispusiera de un patio propio e interior, el recinto acondicionado en la plaza es un avance, que contribuirá a mejorar la calidad educativa en el único colegio público del Centro Histórico, que cuenta con un 50% de población escolar inmigrante.